Por circunstancias de la vida, Kagome y Sesshomaru, acabaron viajando juntos.
Después de que se separó del grupo de Inuyasha, con Shippo, salvo a Rin.
Los demás creyeron que Kagome y Shippo habían muerto al ver los rastros que quedaron de la batalla...
Esta noche, Inuyasha, se había ido en medio de la noche como venía haciendo últimamente desde hace un mes. Al principio Kagome y los demás pensaron que Inuyasha, iba a encontrarse con Kikiyo, pero una noche que Kagome, había ido a caminar para despejar su mente se encontró con Kikiyo, por casualidad y hablaron y Kikiyo, le confesó a Kagome, que ya tenía bastante tiempo que no se encontraba con Inuyasha.
Kagome supo que Kikiyo no mentía por que la vio llegar por un camino contrario y alejado del que había tomado Inuyasha.
-Luces bastante tranquila, Kagome- le dijo Kikiyo.
-Si, salí para aclarar mis pensamientos, sobre Inuyasha. Ni siquiera yo, me di cuenta de en que momento dejo de dolerme e importarme el que Inuyasha se fuera para ir a buscarte. Bueno, ahora sabemos que no te ha ido a buscar, pero eso ya no es importante- le contó Kagome.
-Me alegra que ya no sufras por mi causa, ni por causa de Inuyasha, no te lo mereces Kagome. Eres una persona que merece ser feliz- le dijo Kikiyo- Se que en el pasado te he lastimado e incluso intenté matarte, pero soy capaz de reconocer que eres una persona con un alma pura y también una sacerdotisa muy poderosa, lo único que te hace falta es algo de entrenamiento. La única diferencia entre tus habilidades y las mías, es que yo comencé a entrenar para ser una sacerdotisa desde pequeña y tú, tu prácticamente has tenido que aprender sobre la marcha y aún así has sido capaz de lograr cosas que incluso yo no he sido capaz de hacer.
-Gracias, Kikiyo- dijo Kagome.
Kikiyo, asintió y comenzó a caminar por donde llegó y Kagome, se quedó en el lugar por un momento más para terminar de aclarar sus ideas.
Mientras observada la luna, a lo lejos una pelea y se acercó para ver si podía ayudar. Al acercarse al lugar, vio que varios ogros intentaban atacar a una Youkai, ella era fuerte pero, eran demasiados ogros para que peleara ella sola.
Afortunadamente Kagome, había llevado su arco y flechas con ella cuando salió a caminar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tomó una de sus flechas, apunto hacia los ogros y disparó acabando con una gran parte de ellos.
La Youkai que estaba siendo atacada se sorprendió un poco de ver que una flecha sagrada la había salvado de un ataque y que había acabado con varios ogros. Si bien su cara apenas y había demostrado una ligera sorpresa, si volteó para ver de donde había salido esa flecha y cuando lo hizo, se encontró con una sacerdotisa con un atuendo que para ella era bastante extraño.
Vio como la chica se acercaba hasta ella para después lanzar otra flecha contra los ogros.
-¿Se encuentra bien?- le preguntó Kagome, a la Youkai después de haber disparado una segunda flecha que acabó con los ogros restantes, mientras le daba una mirada amable a la hermosa Youkai frente a ella.
La Youkai se sorprendió de nueva cuenta cuando la sacerdotisa frente a ella le preguntó cómo se encontraba con una mirada que lucía tan amable y al mismo tiempo preocupada por que ella estuviera herida.
