Mi destino, eres tú. (Sesshomaru Y Kagome) (Sesshome)

Capítulo final.

Kagome, pidió el deseo correcto a la perla, haciendo que esta desapareciera para siempre.

Antes de salir a la batalla ya se había puesto a meditar sobre cual sería el deseo de la perla y su deseo fue que desapareciera para siempre.

La perla se destruyó, Naraku ya no existía tampoco e Inuyasha había sido llevado al calabozo del palacio del oeste en donde Sesshomaru y Koga se habían encargado de darle un castigo.

Koga, visitaba mucho el palacio del oeste, ahí platicaba con Sango y Miroku, que se habían mudado a palacio por invitación de Sesshomaru.

Aunque para desgracia de Sesshomaru, Rin, pasaba demasiado tiempo con Koga, al parecer la pequeña Rin, o bueno ya no tan pequeña, pues ya tenía 14 años, se había vuelto muy cercana al lobo, pero hasta ahora Koga, no le había ido a pedir la mano de Rin.

Sesshomaru, ya había pensado en ponerle una prueba a Koga, para asegurarse que era lo bastante fuerte para cuidar de Rin, así como el abuelo de Kagome, lo había puesto a prueba a él (sigue pensando que la vez que el abuelo de Kagome le lanzó sellos era una prueba)

Aún quería matar a Koga, pero Kagome, le había dicho que tarde o temprano Rin, tendría que formar su propia familia y que al menos a Koga, lo conocían y sabían que cuidaría bien de su hija Rin.
Sesshomaru, sabía que Kagome, tenía razón, pero Rin, era una de sus hijas, la primera de sus hijas y nonle agradable la idea de que ella se fuera para casarse, sobre todo ahora que el mayor de sus cachorros varones (Shippo) también estaba fuera del palacio entrenando sus habilidades de kitsune.

Aunque él y Kagome tenía otros dos cachorros otro niño y otra niña, seguía sintiendo que ahora su palacio estaba demasiado tranquilo pues sus dos cachorros mas pequeños ya no eran tan chicos tampoco y ya no corrían por todo el palacio haciendo travesuras.

De hecho estaba considerando muy seriamente decirle a Kagome que quería mas cachorros, al menos otros dos, extrañaba tener niños pequeños en el palacio, era duro cuidar de cachorros recién nacidos, pero también era cuando mas disfrutaba de sus cachorros, pues estaban bajo su cuidado y el de Kagome, todo el tiempo.

Después de que nació su segunda hija que era la menor de los cuatro que ya tenían, pensó que con esos cachorros sería suficiente, no estaba contemplando la idea de que sus hijos crecerían. Así que cada que estaba con Kagome, los dos se aseguraban de que ella no quedara en cinta, pues los dos habían acordado que ya tenían suficientes hijos, pero ahora quería hablar con ella para decirle que quería que tuvieran al menos dos cachorros mas.

Además recordaba que su esposa se veía hermosa cuando estaba embarazada.
Incluso cuando Kagome, había estado embarazada, ellos dos habían seguido teniendo relaciones, no solo porque los cachorros necesitaran del Youki de su padre sino porque, Sesshomaru y Kagome, se sentían muy bien siendo uno solo.

De hecho ahora que lo pensaba mejor, él y Kagome, vivirían por mucho tiempo juntos pues Kagome, viviría tanto como él lo hiciera y como el pozo se había cerrado, aun tenían 500 años para llegar a la época en la que su suegra vivía y cuatro cachorros en 500 años eran muy pocos.
Podrían tener muchos más, después de todo, tenían un largo camino por delante para estar juntos.

Con esa idea en mente fue a buscar a su esposa, para hablar con ella.

Kagome, se encontraba con Sango, en uno de los jardines del palacio viendo a sus respectivos hijos jugar mientras ellas platicanban.

Sango y Miroku, habían tenido dos gemelas que eran mas grandes que los hijos de Kagome y Sesshomaru.
De hecho antes de que Sango y Miroku, se casaran ella ya estaba embarazada de las gemelas (se comieron las torta antes del recreo)

Después de que nacieran las gemelas, tuvieron un hijo que era menor que el hijo de Sesshomaru y Kagome, por meses y para cuando Kagome, tuvo a su hija con Sesshomaru, Sango y Miroku también había tenido una niña.

-Los niños están creciendo muy rápido- dijo Kagome.

-Es verdad, pero es bueno verlos crecer sanos, además se portan mejor conforme van creciendo- dijo Sango, pues sus hijos habían resultado bastante inquietos.

-Es verdad- dijo Kagome- Aunque la verdad, yo extraño mucho cuando eran pequeños, me gustaría tener otro bebé- confesó Kagome.

-Bueno, deberías hablar con Sesshomaru al respecto- le dijo Sango- Miroku y yo, pensamos que ya tenemos hijos suficientes, pero tu caso y el de Sesshomaru, es diferente, ustedes vivirán muchos años.

-Sí, hablaré con él- dijo Kagome.

En ese momento, Sesshomaru, llegó al jardín en el que se encontraba Kagome.

Sesshomaru, gracias a su oído, había logrado escuchar la conversación de su esposa y la exterminadora y se sentía muy feliz de escuchar que su hembra, quería tener mas cachorros con él.

-Necesito hablar con mi esposa un momento- dijo Sesshomaru, llegando a donde se encontraban Kagome y Sango.

Sango, solo asintió y se paró del lugar en el que estaba sentada para ir con los niños.

-Kagome- la llamó Sesshomaru- Me gustaría que todo y yo, tuviéramos mas cachorros- le dijo- Nuestros hijos están creciendo muy rápido y extraño cuando eran pequeños- le confesó a Kagome.

-La verdad es que yo estaba pensando lo mismo- le dijo Kagome a Sesshomaru.

Sesshomaru, sonrió y abrazó a Kagome.

Hace muchos tiempo se había dejado de preocupar por lo que pensaran los demás.
Kagome, era su mujer y él, la abrazaría cuando quisiera, la besaría cuando quisiera, sin importar quien estuviera cerca y siempre era correspondido por Kagome.

De hecho, disfrutaba bastante oler como los demás Lords (sin contar a Koga) se sentían celosos y envidiosos de que su hembra lo dejara abrazarla y besarla cuando el quisiera y las de ellos no.

Su Kagome, era mucho mejor que esas Youkai interesadas que fingían modales y decencia que en realidad no tenían y su Kagome, si poseía.

Amaba a Kagome y ella lo amaba a él.

El destino la había llevado al pasado para que se encontrara con él y estuvieran juntos.

Su destino era conocer a Kagome, su destino era que ella y Shippo, llegaran a él esa vez que ella salvó a Rin, su destino era estar a su lado.

-Sabes Kagome- la llamó nuevamente Sesshomaru- Tú destino era llegar a mí y mi destino, eres tú.

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Hemos llegado al final de esta historia.

Espero que la hayan disfrutado.

Muchas gracias por haberla leído.
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Muy pronto traeré nuevas historias para ustedes.

Les mando muchas bendiciones, abrazos y besos.
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