Por circunstancias de la vida, Kagome y Sesshomaru, acabaron viajando juntos.
Después de que se separó del grupo de Inuyasha, con Shippo, salvo a Rin.
Los demás creyeron que Kagome y Shippo habían muerto al ver los rastros que quedaron de la batalla...
Miroku y Sango, corrieron rápidamente, cuando vieron que Kagome y Shippo, estaban cayendo por el acantilado, después de que Kagome, protegió al pequeño kitsune y acabó con el Youkai. Rápidamente, se asomaron por el acantilado de poder ver a Kagome y Shippo, para enviar a Kirara por ellos y que los atrapara antes de que llegaran al suelo.
Cuando se asomaron, no pudieron verlos ya que, había demasiados árboles y estos tapaban completamente la vista.
Ambos estaban muy preocupados de que les haya pasado algo.
Inuyasha, al principio, estaba sorprendido por que Kagome, en un intento de salvar a Shippo, de un ataque, había terminado cayendo con el niño. Después de que pasó la sorpresa, corrió también a la orilla del acantilado para intentar ver a Kagome.
Cuando vio que la vista estaba muy cerrada por los árboles, se molesto puesto que, perdería el tiempo buscando al mocoso y al detector de fragmentos.
Intentó rastrearlos usando su olfato pero fue en vano. Como Kagome y Shippo, habían caído por un acantilado, en realidad, no tenía un rastro que seguir, eso sin contar que desconocía el hecho de que habían caído a un río y habían sido arrastrados por el.
Para Sango, Miroku e Inuyasha, encontrar a Kagome y Shippo, no sería nada fácil.
-Tenemos que ir a buscarlos- dijo Sango, muy preocupada.
-Seguramente están bien- dijo Inuyasha, aunque sabía que tendría que ir a buscarlos y no porque le importaran realmente, sino porque necesitaba a Kagome, para poder encontrar los fragmentos de Shikon, además de que ella tenía los fragmentos que ya habían recolectado.
-Podrían estar heridos, Inuyasha. La caída fue muy larga (el agua les amortiguo un poquito el golpe)- dijo Miroku, estando igual de preocupado que Sango- Además podrían ser atacados de nuevo por un Youkai y estando lastimados no podrían defenderse.
-Esta bien, iremos a buscarlos ya, pero no podemos bajar por ahí, tendremos que rodear y bajar por otro camino- dijo finalmente Inuyasha, fingiendo preocupación.
A pesar de sus esfuerzos por aparentar, Sango y Miroku, también habían notado que Inuyasha, estaba actuando un poco extraño desde hace algunos tiempo. Anoche, ellos también habían fingido estar dormidos cuando Inuyasha, se fue del campamento. Habían visto a Kagome, irse por el lado contrario de Inuyasha y también la habían visto cuando llegó.
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Al igual que Shippo, ellos pensaron que la verían llegar con signos de haber estado llorando. Sango, al estar mas preocupada por ella , aprovechó que Shippo, dormía para seguir a Kagome. Le dijo a Miroku, que vigilara que Shippo no despertara y después, se fue para seguir a Kagome.
La vio observar la luna estando tranquila, también vio cuando llegó Kikiyo, y cuando las dos comenzaron a hablar. Al ver que las dos estaban hablando de forma tranquila y al escuchar lo que le había dicho Kikiyo, a Kagome, sobre que se alegraba de que ella no sufriera por Inuyasha, porque no se lo merecía, Sango, decidió regresar al campamento y darles algo de privacidad a las dos mikos.
