4. El karma del artista: los bloqueos

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"Conseguir lo que quieres es tan difícil como no conseguir lo que quieres. Porque entonces tienes que averiguar qué hacer con ello, en lugar de averiguar qué hacer sin ello".
-El reino de la posibilidad por David Levithan.


Estás metid@ en el desarrollo de tu historia, ansios@ por encontrar un buen final que supere las expectativas. Sabes que tus lectores van a a amar tus ideas, ¡hasta una lagrimita has soltado! Y... de repente pierdes el sentido de lo que quieres contar, no te gusta el desarrollo de tus personajes, te ralentizas o no sabes por dónde continuar.

Ha sucedido, maldición...

Hoy, en Los Consejos de Sunset... Tengo un bloqueo, ¿qué hago?

Ya seas lector, escritor o cualquier clase de artista o creador, los bloqueos atacan. Y lamentablemente no hay mucho que se pueda hacer al respecto. Lamento ser yo quien lo diga y te pinche la burbuja respecto a una posible solución, pero es la pura verdad...

Los bloqueos pueden darse por varias razones, las principales: falta de inspiración, creatividad o cambios emocionales. Y así como llegan, también se van... Ya sea en dos semanas o en ocho meses.

Muchas veces, el propio miedo al fracaso es lo que nos bloquea. A todo escritor le llega el momento en que empieza a preguntarse si lo que hace es lo suficientemente bueno. En pocas palabras... No sabemos cómo lidiar con la frustración (porque tampoco es algo que te enseñen en casa o en la escuela, sobre todo si eres perfeccionista... Como su servidora *cries*). Aunque no lo creas, eso es completamente normal... Lo que no debemos permitir es que nos condicione demasiado a la hora de escribir y, mucho menos, que nos detenga.

Les voy a contar lo que a mi me pasó (si les resulta tedioso, pueden saltar esta parte, no me ofende (*se ofende*). He, mentira gente, respeto su decisión.

Mi primer bloqueo (y el único, por ahora) ha sido exactamente desde septiembre del 2020 hasta más o menos junio del 2021. ¡Ocho jodidos meses! Una locura. Por suerte, cuando empecé a publicar SONDER (julio del 2020), ya contaba con los primeros veinticinco capítulos listos. Eso me salvó durante el bloqueo, por suerte. Pero llegó un momento en el que, no solo me quedé sin capítulos para publicar, si no que con la universidad, mi retroceso anímico y emocional y algún que otro problema adicional, tampoco pude salir del bloqueo.

¿Escribí? Sí. Dos o tres capítulos en esos ocho meses. Me demoraba días, e incluso semanas... Cuando lo normal es que en un día ya lo tenga cocinado. Mi nivel de frustración era enorme; también me enojaba el hecho de no ser capaz de terminar lo que había empezado, mientras a mis lectores les prometía que tendrían nuevo material para leer. Les estaba fallando a ellos, y también a mi.

Mi bloqueo de escritor llegó a su fin hace unos dos o tres meses atrás. Y cuando me refiero a que llegó a su fin, estoy diciendo que estaba tan entusiasmada por escribir que he llegado a hacer cinco capítulos seguidos en ¡TRES! días.

Ahí entendí que ese bloqueo se debía a todos los problemas que me estaban ocurriendo en mi vida personal. Cuando fui capaz de trabajar en ellos, de resolverlos y de alejarlos, pude avanzar con mi libro de una vez por todas. Ser capaz de superar las adversidades trabajando en mi misma me generó tal alegría, que no había segundo en el que mi cabeza no dejase de pensar en escribir (incluso, se me ocurrieron ideas para nuevas novelas... Pero shh, no le cuenten a mis lectores)

Entonces, ¿a todas las personas les afecta de la misma forma? ¡Por supuesto que no! Yo sabia que mi bloqueo no estaba ligado a cuestiones de creatividad. Siempre he sido de esas personas que son capaces de escribir sin tener una organización previa, lo que me permite explayarme mucho más a la hora de plasmar mis ideas. Lo mío era la sobrecarga de experiencias y sucesos que me habían herido a sobremanera de aquí *inserte dedo índice tocándose la sien*.

Quizás tu bloqueo se de por otras cuestiones que no sean las emocionales. Lo que no significa que sea menos importante o más fácil de sobrellevar o deshacerse de él.

Lo único que no debes hacer, jamás, es dejar de leer y escribir. Y aclaro que es muy retador llevar esto acabo cuando no tienes ni ganas ni motivación. Pero debes luchar contra ello. ¿Sabes por qué? Mira, el hacer hábitos es importante en esto, puesto que se trata de conducta, además de pasión. Por ahí, si escribís todos los días un poco de tu vida, estilo diario personal, no solo plasmarás tus emociones en ello, si no que no perderás el hábito de escribir.

Yo te recomiendo, si siempre te dedicas a mover los deditos en el celular o la PC, que cuando atravieses un bloqueo, te hagas amig@ del papel y el lápiz/bolígrafo. Eso genera un ejercicio mental muchísimo más eficiente que hacerlo de forma digital (si te interesa que escriba un artículo respecto a este tema, confirma aquí).

Mientras tanto, intenta no hacerte la cabeza. No eres mal escritor. Lo que haces sirve, inspira, se disfruta, es suficiente. No eres inútil ni poco creativ@, solo te encontraste un obstáculo en el camino, como les pasa a todos en cualquier aspecto de la vida.

Recuerda: nada sale a la fuerza, cuando tengas que escribir, simplemente pasará.



¿Qué te pareció este capítulo? ¿Te sirvió? ¿Has tenido bloqueos? ¿Tenes algo para agregar? ¿Les gusta que comparta algunas de mis experiencias como escritora? ¡Los leo!

Si tienen dudas o preguntas, arrójenlas aquí. Las responderé sin falta, intentando ayudarles lo más que pueda. Y si quieren solicitar que escriba respecto a un tema en particular, ¡bienvenidos sean!

¡Nos leemos pronto, besitos virtuales!

Sunset.

Sunset

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