"No sé lo que puede llegar, pero sea lo que sea, iré hacia ello riéndome".
—Moby Dick de Herman Melville.
Canción recomendación del día: "Creep", de Radiohead.
No resulta novedad la noción de que habitamos un mundo actualmente muy dominado por la tecnología, que ha agilizado muchísimos procesos. Para nosotros, lectores y escritores de todo el mundo, esa dominación nos ha alcanzado, nos ha seducido, y también —dato no menor— nos ha permitido una oportunidad de expresarnos y darnos a conocer, aspirando a un sueño que en épocas anteriores siempre ha sido muy selectivo.
Como lo prometido es deuda, hoy les traigo un artículo que está más relacionado a una cuestión meramente de curiosidad e investigación.
Hoy, en Los Consejos de Sunset... Lo que la tecnología se llevó.
Hace un tiempo les dije que en lo personal, la mejor forma para mi de trabajar la creatividad (y sobrellevar la falta de ella), era escribir a mano: dejar a un lado los dispositivos electrónicos, y volver al valioso recurso del lápiz/bolígrafo y el papel. De la mano de un poco de ciencia, psicología y neurología, les vos a argumentar los porqués.
Me gustaría primero charlar un poco en cuanto a tecnicismos e investigaciones de carácter científico, junto a algunas acotaciones de mi parte, y luego, dejarles un par de consejos que considero podrían serles útiles para poner en práctica.
La escritura manual se define como una un acto complejo de capacidad multisensorial. Al trazar cada letra, nuestra mano comparte información con las áreas del procesamiento del lenguaje de nuestro cerebro. Si ahondamos en una explicación más profunda, podemos decir que el acto de escribir manualmente supone una cadena de procesos cognitivos que se presentan a modo de estadios de procesamiento, que se encuentran jerárquicamente organizados de la siguiente manera:
1. La ideación y planificación del mensaje.
2. La selección de las formas sintácticas.
3. La elección y ajuste de las palabras.
4. Los procesos motores y grafomotores.
Los dos primeros procesos son de orden superior o centrales, mientras que los dos últimos son de rango inferior o de tipo periférico, en los que apenas hay implicación directa del pensamiento o de los procesos cognitivos complejos.
En nuestro caso, que involucra la habilidad de escritura creativa o productiva, intervienen directamente los procesos superiores de planificación del mensaje y la construcción de la estructura sintáctica. Supone, entonces, la planificación/ideación de un pensamiento que se vincula directamente con la mención de impresiones perceptivas y la posibilidad de relacionarlas con signos gráficos.
Un dato muy importante para tener en cuenta, a nivel neuropsicológico, es que escribir a mano activa tres procesos cerebrales fundamentales:
🐥 Área visual: vemos lo que estamos escribiendo. El ojo sigue el trazo de la grafía que la mano ejecuta.
🐥 Habilidades motoras: al ejecutar la grafía establecemos una conexión inmediata entre el cerebro y la mano, coordinando el dictado del cerebro con la actividad grafo-motriz.
🐥 Capacidades cognitivas: área racional y lógica (entendemos lo que queremos expresar en nuestro escrito, asociando y vinculando, a la vez, unas ideas con otras en un ejercicio de absoluta continuidad); y memoria (retenemos y almacenamos, en los archivos de nuestra mente, el mensaje que estamos escribiendo).
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Consejos para ti, escritor
RastgeleSi yo hubiese tenido una guía parecida a esta cuando empecé a escribir en Wattpad, mi vida hubiese sido mucho más sencilla. Y si aún no te compré con eso, también te cuento que estos consejos están llenos de humor, y los títulos son más creativos qu...