21. Relleno, pero no el de empanadas

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"Si quieres cambiar el mundo, toma una pluma y escribe".

—Martín Lutero.

Canción recomendación del día: "Stairway to Heaven" de Led Zeppelin.


Cómo ya hemos hablado en muchas ocasiones, el arte de escribir (como todo en esta vida) se aprende a base de prueba y error. Sin embargo, al hablar de cuestiones tan subjetivas cómo lo es escribir una historia, nos encontramos con que debemos saber manejar elementos que, si nos descuidamos, pueden salirse de control y no lograr llegar a un resultado en cuanto a calidad, como el que habíamos planeado.

El relleno puede ser uno de esos.

Hoy, en Los Consejos de Sunset... Relleno, pero no de empanadas.

Que rico, empanadas 🥺.

Queridos compañeros de la plataforma naranja, vamos a dejar algo en claro antes de empezar: el relleno existe. Está en todas las historias, se utiliza como recurso literario, y no hay una fórmula para evitarlo.

Creo que es evidente que el relleno está presente tanto en obras audiovisuales como en literarias, incluso si las mismas no son novelas narrativas. Quiero poner el ejemplo que, a mis ojos es el más obvio: este blog. No es una novela, ni un fanfic, ni nada del estilo, pero si leen los artículos verán que en algunas ocasiones, es inevitable el uso de contenido relleno para abordar las temáticas que intento transmitir aquí. Si yo fuese directamente al punto, estos artículos serían brevísimos, y poco y nada ustedes lograrían interactuar con él si yo no acotase de vez en cuando algo extra a la teoría.

Con las novelas narrativas, cualquiera sea su género, pasa lo mismo. Si en los libros tuviésemos únicamente el inicio, el nudo y el desenlace, sería aburrido y monótono de leer. Y cuidado, porque una cosa es hablar de desarrollo de trama, arco de personajes, hilo conductor y demás, y otra cosa es el relleno. Por eso, y como es ya costumbre aquí, vamos a abordarlo desde definiciones y conceptos teóricos, y después vamos a trabajarlo un poquito más a profundidad.

El relleno literario, como tal, es la adición de datos al relato que no aportan, suman o afectan al desarrollo propio de la trama, pero que incorpora cierto dinamismo al relato y hasta puede servir para separar escenas de otras, o bien conectarlas.

Sin embargo no hay que abusar de él. Siempre intento inculcarles que sean conscientes de los elementos y recursos que eligen utilizar para construir sus historias, porque crear un libro no es solo escribir y ya. No, al menos, si queremos hacerlo como corresponde.

El relleno no planificado aparece la mayoría de las veces en nuestras primeras historias, en aquellas que lanzamos al mundo para probar suerte, y que nos enseñan con el tiempo qué cosas sí hay que hacer, y qué no. Y esto sucede (recuerden que me manejo con datos generalizados, hay excepciones), porque se apodera de nosotros la inspiración por crear, crear y crear, cuando al final no todo es tan necesario. Al escribir escenas sin entender cuál es el papel que ocupan en la macro-narrativa de la historia, las cosas se nos salen un poco de control. Porque, como ya dije antes, es imposible abarcar toda la información que tenemos en nuestra cabeza como creadores, y depositarla tal cual en el libro.

El relleno utilizado de manera inadecuada le quita potencial a tu obra. Y una obra no planificada, hecha porque sí, y con demasiado relleno, no es un buen producto final para leer, sin importar qué tan buen escritor seas. 

¿Es útil, entonces, Sunset? ¡Por supuesto que sí! En tanto sepas medir y equilibrar ese contenido. Si le das un porqué a esas cinco páginas de —por poner un ejemplo— una ambientación o una descripción de escenario, va a valer cada palabra porque posiblemente en la trama principal no influya, pero si lo hará en esa construcción determinada de la escena. Y, por consiguiente, al lograr el éxito de esas escenas y sub-tramas, la trama central tomará más significación.

Consejos para ti, escritorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora