•X-I• Destinatus

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Cuando Minyi le dijo a Jeongsan para ir a otro lugar pensó en un recorrido tranquilo en los jardines reales, en un caminar con ambos tomados de las manos como unos tontos enamorados mientras reían de sus bromas al modo que perdían la percepción del tiempo y les valía el evento.

Pero no contaron en terminar en el invernadero Kim, donde el alfa lo miró de una forma tan preciosa después de soltarse las manos y verlo correr hacia las flores, inclinándose hacia ellas para percibir el suave olor mientras cerraba sus ojitos con devoción.

Entre risas, besos, y un cortejo donde el alfa le entregó la gardenia más bella del invernadero... Ambos terminaron en el pequeño almacén, tumbados en el piso sobre sus sacos de ternos, con los torsos desnudos y los pantalones mal abrochados después de una inesperada ronda de sexo, suspirando esporádicamente como dos estúpidos mientras Minyi apoyaba su cabeza sobre uno de los pectorales de Jeongsan, la mano de este yaciendo en su cintura con suaves caricias en círculos.

—San— lo llamó y el alfa bajó la mirada, el corazón comenzó a retumbar cuando su mirada chocó con la tierna de Minyi, viéndolo removerse para apoyar el mentón sobre sus palmas entrelazadas en su pecho—. Tu corazón late muy rápido.

Jeongsan se reincorporó y posicionó al omega sobre su regazo, sus manos quedando sobre su cintura para abrazarlo con cariño, con la mejilla del omega sobre su hombro mientras sus brazos con la gardenia en su mano los mantuvo encogidos sobre su pecho.

—Tú tienes la culpa, Terroncito— musitó hundiendo sus labios en el hombro del albino, besándolo con ternura cada parte de él mientras lo escuchaba reír por el cosquilleo de sus labios— Tienes la culpa de hacerme sentir así.

Las manos el omega acabaron en la nuca del alfa, donde hundió sus dedos en una caricia sutil, tan suave que Jeongsan se dejó hacer bajo el tacto del querubín sin alas y acercó lo máximo posible el cuerpo contrario hacia su torso, rodeando de su calor a pesar del clima templado de primavera.

—Estuve pensando en esto hace un tiempo, no sé qué pienses— comentó Minyi en voz baja apenas sintió el abandono de los labios impropios en su piel.

— ¿Qué cosa?

Minyi apretó una sonrisa en sus labios y apuntó con su dedo índice a su espalda.

—Desde los quince me he sentido incómodo con ellas y siempre busqué la mejor forma de ocultarlas, pero no sabía cómo, y al fin pude encontrarlo— comentó paciente, agradándole como Jeongsan lo miraba con mucha curiosidad—. Quiero hacerme unos tatuajes sobre las cicatrices.

Y apenas dijo apretó los labios cuando el alfa abrió la boca, mirándolo sorprendido. Minyi se removió en su regazo y siguió...

—Estuve pensando y... y me gustan las alas. Unas grandes alas como los ángeles de las pinturas que vi en las paredes de los pasillos. Se me hacen bonitas y muy fuera de lo común. Serían bellas en mí por mi piel ¿Qué piensas? ¡Ah! Y no te preocupes. La alfa que tatuó al tío Kook me confirmó poder hacerlas. Dijo que será un honor tatuar a alguien como yo, a un albino, es experta en pieles y tendrá los cuidados necesarios conmigo, y-

—Mi amor, cualquier tatuaje que hagas en ti será hermoso y no necesitas mi aprobación ¿De acuerdo?— dijo con parsimonia, observando el rostro del omega con los labios separados y mirándolo con los ojos abiertos, sus mejillas mostrando un rubor suave para después dibujar una sonrisa, aquella no siendo producto del halago del alfa, sino por el apodo.

—Dilo otra vez— exigió Minyi acomodándose en el regazo, con cada pierna al lado de los muslos ajenos, y Jeongsan lo miró confundido.

—Cualquier tatuaje que hagas en ti será hermo-

ETERNITY | DUO KJS&MMYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora