•X-IX• Lux

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—Hoseok, ven un momento.

El beta entró a la oficina de Jungkook, reverenciando ante Jeongsan, quién se encontraba detrás del escritorio del Rey Omega de Busan.

Se acercó al joven príncipe, sonriendo de vuelta cuando el alfa dejó de manipular el ordenador de su padre, separándose levemente del escritorio para buscar en los cajones de mismo.

—Príncipe, su majestad Minyi ha enviado una carta para usted.

El alfa paró sus movimientos ante la mención.

¿Una carta? ¿Minyi le ha enviado una carta? Es extraño, tenían teléfonos móviles para hacerlo, sobre todo porque Minyi era demasiado perezoso y no se atrevía a escribir algo en papel.

El beta le extendió el objeto y Jeongsan a la vez dejó un bonito cofre de madera tallada sobre la mesa, cual extendió al otro mientras tomaba la carta de sus manos.

—Envíale esto a Minyi, por favor— dijo sonriendo encantado y Hoseok levantó una ceja, curioso por el contenido.

— ¿Puedo preguntar qué es?

—Son trufas de chocolate y menta— le dio a saber, alzando cuando gestos impropios mostraron inquietud— No te los vayas a comer.

Pero Hoseok ignoró lo última tras enfocarse en el bonito cofre, pues actitud de Jeongsan era relativamente extraña, siempre fue atento y con una caballerosidad impecable, pero por algún motivo su actitud ha incrementado, sobre todo con Minyi.

—Majestad ¿No cree que son muchas las golosinas que le envía a Minyi-nah? Desde hace semanas no ha dejado de enviarle, lo va a enfermar— comentó atrayendo el cofre, paseando sus dedos sobre la madera tallada de la tapa. Pero el alfa solo se mostró dócil, no pareciendo inmutarse ante su comentario.

—Quiero mimarlo— confesó— No lo veo desde su Comeback, es mi forma de demostrarle mi cariño.

Sin embargo, para la conciencia de Jung Hoseok no cabía la idea de "solo quiero mimarlo", aún más cuando recapituló todas las cosas que le regaló al omega.

—Le envío ramos de gardenias— dijo simplemente, tomando asiento frente al escritorio, no viendo que Jeongsan le regrese la mirada tras estar sumido en la carta en sus manos.

—Si.

—Le envió unos cuarzos que encontró en el lago del bosque— siguió.

—Si...

—También le envió gomitas, bombones, pasteles, y galletas.

—Uh jum...

—Y un brazalete de ónix. ¿Por qué tanto?

—Ya lo dije, quiero mimarlo.

Y San se sobresaltó en el asiento cuando el mayor se puso de pie en un brinco, desplazando hacia atrás la silla con un poquito de brusquedad.

—Diosa Luna, primero era su alcahuete de Taehyung y ahora soy del hijo. Necesito un aumento— quejó y aquello ocasionó que el alfa riera fuerte, inflando sus mejillas cuando su ojos yacieron en el beta, quién mantenía el cejo arrugado y labios apretados— ¡No te rías!

El alfa meneó la cabeza con una linda sonrisa cuadrada, deslizando los dedos sobre la carta, una de color negra con un sello de cera de la monarquía Min.

—Llévale, por favor. Quiero darle ánimos, debe comer bien.

—Comer bien en una alimentación balanceada, no embutirlo de azúcar. Ya dije, lo vas a enfermar— recalcó tomado el cofre entre las manos, con sumo cuidado a manera que se alejó hacia la puerta. Paró un momento y giró sobre sus talones, mirando nuevamente al alfa antes de salir— ¿Algo más, príncipe?

ETERNITY | DUO KJS&MMYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora