—Mira.
El omega sonrió en grande por los dos pares de zapatitos en las manos su alfa, unos diminutos de color violeta que a las justas alcanzaban la mitad de su palma.
No tenían mucho que hacer, un domingo por la tarde luego que Minyi presentara todos sus trabajos y el tiempo sobrara por mucho.
Decidieron ver un poco de televisión y jugar videojuegos, comiendo palomitas y pizza después que a Minyi se le antojaran comer ¿Y quién es Jeongsan para negarle? Haría lo que fuera para complacer a su omega y a sus cachorros, casi las veintiséis semanas llegando a su final.
—¿Por eso en la mañana me dijiste que tenías una sorpresa para mí?— le preguntó Minyi masticando un poco de pizza, ambos sentados en el piso de la habitación del omega con los samoyedos a sus pies, uno con la cabeza recostada en el vientre.
—Si— asintió contento, moviendo los zapatitos sujetados con sus dedos— Estaba yendo a la galería cuando de pronto pasé por una tienda de bebés, sé que no son de marca, pero son muy adorables y bonitos. No me permitiría que alguien más sea el primero en darles un regalo, soy su papá yo debo hacerlo.
Si Jeongsan pudiera describir los ojos del omega de su vida no tendría las palabras suficientes para hacerlo. Sus iris brillaban como las miles de constelaciones del universo, sus mejillas rosadas y redonditas siendo la compañía perfecta.
Era enternecedor, tanto que quería más de ello, por lo que le entregó los zapatitos, dejándolos suavemente en sus palmas hasta caber perfectamente en ellas.
Minyi los miró con dulzura, llevándolos a la nariz para olfatearlos, olor a nuevo como mejor podía describir, y Jeongsan vio como los bajó hacia su vientre como si les mostrará a los cachorros el bonito detalle de su padre.
—A ellos les gusta, sé que les gustan porque los siento moverse. Están felices, Pudín— dijo conmovido, dejando los zapatitos sobre su vientre cuando éste era lo suficientemente grande para poder sostener cosas. Y por tal escena, Jeongsan quitó la caja de pizza de en medio de ambos y acortó la distancia hasta tener lo más cerca posible al omega, su cuello su destino donde hundió la nariz y acarició la punta en ella— Puedes hacer eso.
El alfa se apartó rápidamente, viendo con ojos abiertos y mirada confundida. Y ante ello, Minyi se encogió ligeramente, avergonzado por el rostro del otro.
—N-nada— musitó, su voz temblando poquito lleno de vergüenza. Más Jeongsan ladeó la cabeza, con una suave sonrisa en sus labios cuando el gesto era realmente adorable, no lo iba negar, quería escuchar el seguir ajeno, la curiosidad lo estaba matando.
—Quieres ser marcado. ¿A eso te refieres?
Touché
—No quiero aún una marca oficial— admitió no mirando a los ojos del otro, vergüenza carcomiéndolo de poco en poco aún con la mirada del alfa residiendo en él— Quiero una temporal, para sentirme seguro. O sea- estoy seguro. Pero quiero sentirte conmigo cuando estás en Busan, el nido no me sirve de mucho. Te quiero a ti.
Jeongsan asintió comprensible, de pronto siendo empujado por la mano del omega en su pecho. Silenció por un momento y jadeó cuando un peso recayó en su pelvis, sintiendo en su estómago la presión del vientre de un precioso Min Minyi a horcajadas en él.
—¿Está bien así?— el omega le preguntó en voz baja, su boca lo suficientemente cerca de la impropia en un roce sutil del labios, una sensación placentera ante la falta de un momento íntimo entre los dos.
Y cuando el alfa asintió, Minyi sonrió complacido, moviéndose intencionalmente al ver el abdomen de Jeongsan ser aplastado por su barriga, y en cuanto lo hizo regresó su vista a la cara del otro, éste mordiendo su labio inferior y ojos mirando su boca.
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ETERNITY | DUO KJS&MMY
FanfictionSecuela enfocada en los descendientes: el Príncipe Kim Jeongsan y el Príncipe Min Minyi. Historia principal: Debitus Ut Omega Shipps a mención: Taekook Yoonmin