•X-II• Amor Novus

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Esto es una locura. Oh Dios, definitivamente lo es.

Los adultos se habían retirado del pasillo y los dejaron solos con la finalidad de asimilar todo.

Joder, absolutamente.

Se encontraban uno al lado del otro sentados en el frío piso de mármol. Jeongsan permaneció tranquilo, con las piernas estiradas mientras jugaba en una manía nerviosa con los dijes de su pulsera, mirando a la nada si no es precisamente la entrada de los jardines reales.

En tanto, con las piernas retraídas Minyi mantenía su atención en el piso, mordisqueándose sutilmente los labios en nerviosismo, sintiendo el sabor metálico tras arrancar accidentalmente la piel de los mismos.

— ¿En serio, Jeongsan? ¿En serio tenía que pasar esto?— preguntó bajito, aun procesando lo suscitado— Ahora estoy enlazado contigo porque- ¡Porque soy tu omega destinado! ¡¿Eso?!

—No grites, relájate.

—No me digas que me relaje, Kim Jeongsan. Estoy enlazado a ti de por vida, y- y ¿Qué? O sea- ¿Soy el próximo rey omega? ¿Gobernaré Busan y luego el país? Porque si es así... Yo no- yo no estoy prepa-

—Minyi— el alfa le cortó rápidamente y abrió los brazos extendidos hacia el omega— Ven.

—No.

—Ven aquí, Min— exigió y Minyi desistió en negar, dejándose al tacto de Jeongsan, sentándose sobre su regazo con su cara en el cuello ajeno para deleitarse con la deliciosa canela combinada con su caramelo—. No tienes por qué hacer algo que no quieras. Aún es muy pronto para llevar el mando de un reino. No tienes nada de qué preocuparte, dejemos eso para el futuro. ¿Sí, Terroncito?

Minyi no respondió, pero aquello fue suficiente para Jeongsan, para saber que está atento a sus palabras y está conforme con lo dicho. Y tan solo con ese gesto puede sentirse tranquilo, porque su hermoso querubín comprende su destino y evita proyectarse en demasía para no darle vuelta al asunto.

El presente. Fijarse en el presente y no hiperventilar con el futuro.

—Si estoy enlazado a ti... ¿Significa que podemos comunicarnos por el lazo? ¿O debo esperar hasta recibir la marca?— preguntó, pero solo recibió silencio— Quizás...

—Minyi no sigas.

El omega frunció las cejas, su incomodidad se hizo evidente.

—Ni siquiera sabes lo que diré y me mandas a callar, primero escúchame— reclamó removiéndose en el regazo, quedando en medio de las piernas del alfa con las manos de este aferradas en su cintura, y oh, en serio agradece el vacío del pasillo, porque sería realmente vergonzoso visualizar aquella escena— Cuando una pareja es destinada es peligroso separarlos por mucho tiempo, el alfa y el omega pueden sufrir ansiedad, dolores de cabeza, irritabilidad, sensibilidad, entre otras cosas. ¿Cómo podemos evitar eso? Es contradictorio para nosotros

Y okey, Minyi no esperó que Jeongsan riera, riera con sutileza y lo atrajera más contra su cuerpo, repentinamente besándole los labios y luego la frente, dejándolo desconcertado por el gesto.

—Con razón mi papá Kook aceptó vernos los fines de semana— San murmuró con los labios sobre la frente ajena, con tranquilidad, acurrucando al pequeño omega entre sus brazos— Mi papá sabía todo. Sabía lo de nosotros, de nuestro lazo...

—Y no nos dijo nada— Minyi le cortó cruzado de brazos— No puede ser. Tengo ganas de boxear con su cara, pero seguro me regresa de un putazo hasta el vientre de mi padre. Mejor no.

Jeongsan le sonrió con mucho cariño, besándole la carita con tal de hacerle reír, y con toda certeza puede decir que lo logró cuando llegó hasta sus labios y le dejó un casto beso para mirarse a los ojos.

ETERNITY | DUO KJS&MMYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora