•XX-VIII• Again

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Jeongsan abrió poquito la puerta, asomándose primero para después entrar completamente tras encontrar el lugar casi en oscuridad, la pequeña lámpara en la veladora iluminando suavemente.

Vio a su padre llevar un dedo índice a sus labios, indicándole silencio en cuanto señaló con las cejas su costado, a un adorable Minyi dormir boca arriba con los labios ligeramente abiertos, la tenue luz enfocando el lado del rostro con aquel moretón.

Jeongsan se acercó lentamente y se sentó al borde de la camilla, con cuidado de no desarreglar el nido que ahora yacía dos mantitas cremas y ya no las diminutas prendas, suponiendo que Jimin y Lian se las llevaron a cuidados intensivos.

-Estuvo llorando por ti y se quedó dormido de tanto hacerlo ¿Lo sentiste?- Jungkook dijo refiriéndose al lazo temporal, Jeongsan no lo miró tras mantenerse fijo en Minyi, pero asintió.

-Los mamelucos...- dijo percatándose ante su falta en el nido, a la vez acomodando una prenda casi al borde- Tío Jimin y Lian se los llevaron, supongo...

Jungkook se abstuvo a responder cuando su hijo escrutó el nido, todo desordenado pero cómodo para el gusto de Minyi. Olía mucho a la esencia de los dos y de alguna manera era bueno que Jeongsan se sintiera cómodo, no iba a ser ajeno a esto, pero él necesitaba estar dentro de la seguridad de un nido, elaborado por su omega y sucumbido de las presencias de este y de sus cachorros.

La oscuridad no lo dejaba ver del todo, pero tras tantear las prendas y a la vez ordenarlas, Jeongsan se topó con una tela suave, delicada que le fue amigable con la piel, y tuvo una noción de qué se trataba tras seguir tanteándola un poco más.

Entonces, cuando la alzó, logró ver a la luz de la lámpara una mantita crema con bordes de seda de color dorado, una muy bonita y adorable. Volvió a escrutar el nido, y encontró otra, una igual, a juego. Pero a la vez especiales, porque al final de cada una -en una esquina- yacían bordadas con hilo dorado las iniciales de cada cachorro.

KSJ y KJW

Y cuando los ojos del alfa brillaron hasta el punto de aguarse un poquito, Jungkook sonrió enternecido, sus ojos brillando en compañía apenas Jeongsan abrazó las mantitas y besó las esquinas, sobre las iniciales.

Simplemente no había palabras para describir la escena. Era completamente enternecedor.

-Debes tenerlas contigo un momento, tienen todo el olor de Terroncito- Jungkook le comentó despacio, susurrando para evitar despertar a Minyi- falta el tuyo.

Jeongsan asintió suavemente, dejando las mantitas en su pecho para impregnarlas de su olor, soltando unas cuantas feromonas que no afectaron a su padre tras parecerse mucho a su propio alfa. Más su atención recayó en Minyi, rendido plenamente en los brazos de Morfeo, por lo que Jeongsan sonrió bonito, aguantando las ganas de abalanzarse y abrazarlo hasta tenerlo seguro contra él.

-Veo que mi olor no ha funcionado del todo, él se sintió solo- comentó bajito, colocando una mano en la cama, al lado de la cintura de Minyi.

-No es que no haya funcionado, solo...solo que no es lo mismo que tener la compañía de su alfa. Y a pesar que el lazo es temporal, no puede evitar amagar por ti. Así es la marca- Jungkook comentó desde el sillón, inclinándose hacia adelante, posando los brazos en sus rodillas para una conversación privada con el alfa- ¿Noticias?

Jeongsan suspiró fatigado, sus dedos picándole por acariciar la mejilla del albino, quien se removió poquito pero aún bajo sueño.

-Van a jugar un momento con él, les ordené no matarlo. Él debe hacerlo- comentó refiriéndose a Minyi, Jungkook lo escuchó atento, percatándose de la voz ronca de su hijo muy parecida a la de Taehyung, por lo que sonrió por el mero recuerdo del alfa.

ETERNITY | DUO KJS&MMYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora