«¿Siempre hay un roto para un descocido?»
Una mañana Tezuka Misaki recibe la visita inesperada de Norizaka Seiichirou, un viejo amigo de su padre, que le pide un favor muy especial: cuidar de su hijo mientras el viaja por trabajo a otra ciudad.
Misa...
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Shin tomó el marco de la foto que Misaki había visto desde lejos. La fotografía no solo mostraba a la mamá de Shin cargando al bebé; al otro lado estaba parado su papá, señalándole al niño como saludar. En el fondo había varias mesas y adornos, muchos globos de colores y juegos. Era una fiesta.
─ Aquí estábamos en mi fiesta de un año. ─susurró Shin viendo fijamente la fotografía. ─Creí que esta fotografía se había ido cuando regalamos varias cosas de mi mamá.
Misaki se sentó en el suelo con Shin para ver de cerca la caja.
─ ¿Ella es tu mamá?─ señaló a la mujer. El color de cabello era igual al de su hijo, el color de piel y, al parecer, el color de los ojos. Shin era la perfecta combinación de sus padres.
─ Si.─ Sonreía con tristeza mientras le acercaba el marco a Misaki. ─Se llamaba Akira. Norizaka Akira.
─ Se parecen mucho. Te veías muy tierno de bebé.
Shin volvió a ver las cosas de la caja, sacando más cosas que había dentro. Todas eran cosas que le pertenecían a su mamá en vida. Ropa, joyería, algunos libros, revistas, incluso había juguetes de cuando era niña y cuadernos con apuntes de la escuela.
─ Todas son cosas de ella...
En la parte de hasta abajo había más libros y cuadernos, entre ellos un álbum de fotografías pequeño. Estaba lleno por completo. Misaki no tocaba nada, solo se limitaba a ver con curiosidad.
Shin tenía una expresión extraña. Una combinación de tristeza, alegría, sorpresa y confusión; no sabía que expresar por completo.
─ ¿Shin?─ Llamo Misaki cuando el menor se quedó callado, viendo el álbum del fondo, sin abrirlo.
─ Nos habíamos desecho de muchas cosas. No creí que mi papá conservara todo esto.
─ ¿Está mal que lo haya conservado? Yo no lo creo. Seguramente son las cosas más significativas para recordarla.
Abrió el álbum que sostenía, la primera fotografía era de un bebé recién nacido, tomando del pecho de su madre, tomada desde arriba. En una esquina se leía la fecha "25/11/2xxx 13:20 p.m"
─ Ese eres tú. Es del día que naciste. ─Dijo Misaki remarcando la fecha de la fotografía.
Shin siguió pasando las fotografías. La mayoría eran de un Shin muy pequeño, a veces en situaciones vergonzosas o con sus padres. Todas eran imágenes muy tiernas a ojos de Misaki, hasta que llegaron a una fotografía en específica, casi al final del álbum.
Aquella mujer que se veía tan radiante en la fotografía del marco estaba sentada en una cama de hospital, conectada con varias cánulas a diferentes lugares. Estaba muy pálida y con ojeras en los ojos, se le notaba que no estaba comiendo bien, ya que se veía muy delgada, pero a pesar de todo, estaba sonriendo. Tenía a su hijo, ya mucho más grande, tal vez ocho o nueve años, sentado junto a ella viendo a la cámara. El niño no estaba sonriendo.
