«¿Siempre hay un roto para un descocido?»
Una mañana Tezuka Misaki recibe la visita inesperada de Norizaka Seiichirou, un viejo amigo de su padre, que le pide un favor muy especial: cuidar de su hijo mientras el viaja por trabajo a otra ciudad.
Misa...
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Shin había sido invitado a la casa de Anna y Yuuto. La chica lo había llamado para hablarle de una reciente cita que ella y Adachi habían agendado. Anna había tomado todo el valor que podía para invitarlo, resulto ser que el chico ya había pensado también en invitarla a algún lado.
─ Estoy demasiado nerviosa. ¿Qué me pongo?
─ ¿A dónde irán?─ Le preguntó Shin, sentado en la cama de la chica, tomando la naranjada que le había ofrecido la madre de los gemelos cuando llegó. Yuuto estaba en la planta de abajo.
─ Creo que iremos a una exposición de arte. Cuando me dijo de la invitación, me dijo que iríamos a un lugar que me gustaba mucho...
─ ¿Alguna vez le dijiste que te gustaba ir a exposiciones de arte?
─ No... Realmente no hablamos mucho...
─ ¿Y tú crees que sepa que te gusta ir a exposiciones de arte?
─ No... De hecho no me gusta... ─Shin tenía una mirada rara mientras escuchaba a su amiga y ella sacaba vestidos y más vestidos del closet. ─Solo me parecía una idea nueva para una primera cita.
─ Ay, Anna... ─Suspiró Shin. ─Creo que el vestido rosa es lindo para que vayas con él.
─ ¡Yo también estaba pensando en este vestido! ─ Lo tomo de la parte de arriba para levántalo de la cama y verlo bien. Era un vestido hasta arriba de las rodillas, con holanes alrededor de la falda. Tenía un cinturón que ceñiría más su cintura y un cuello en V con orillas más claras que el resto del vestido que acentuaría más su pecho. ─Me lo probare y me dices que te parece, ¿bien?
─ Claro.
Anna entro al baño de la habitación para cambiarse. Dejo la puerta entreabierta para poder seguir hablando con Shin.
─ ¿Tú a donde fuiste en tu primera cita con tu novio? ─Gritaba Anna desde el baño para que Shin la escuchara.
─ Fuimos a la pista de hielo que estaba en el centro comercial. Tocaron una canción muy romántica y las luces estaban tan lindas. Fue un momento muy lindo. Patinamos juntos y bailamos al ritmo de esa canción. ─ A Shin se le formaba una sonrisa amplia en la boca recordando esa ocasión. Un gruñido se escuchó desde el baño.
─ ¿Ahora yo como hago para superar eso?─ Reclamó Anna.
─ Si... ─Yuuto estaba recargado en el marco de la puerta de la habitación. No llevaba mucho ahí, viendo a su amigo y esperando a ver a su hermana. ─Nadie podría tener una primera cita tan perfecta.
─ Lo que pasa es que sus planes no son buenos a comparación con los míos. ─Se río Shin.
Pasando unos minutos, Anna salió, ya cambiada. El vestido le quedaba perfectamente, moldeando toda la figura de su cuerpo, el cinturón hacía que su cintura y caderas se acentuaran y el cuello en V dejaba una linda vista de su pecho. Se recogió el cabello con una liga antes de verse al espejo que estaba junto al closet.
