«¿Siempre hay un roto para un descocido?»
Una mañana Tezuka Misaki recibe la visita inesperada de Norizaka Seiichirou, un viejo amigo de su padre, que le pide un favor muy especial: cuidar de su hijo mientras el viaja por trabajo a otra ciudad.
Misa...
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Shin iba caminando de regreso al departamento de Misaki. Era el día siguiente del cumpleaños de Katsura, así que los festejos, de parte de los amigos, se habían terminado.
La noche había sido un poco extraña. Después de que Masami hablara sobre los hermanos Shinomiya, especialmente después de escuchar sobre Anna, quien se estaba convirtiendo en una gran amiga para él. Katsura siempre había sido celoso, pero en esta ocasión, esos celos parecían diferentes.
Llegó al edificio donde vivía y entró al departamento cuando subió. El departamento tenía un olor a alcohol bastante fuerte, también a cigarrillos.
Era más de medio día, así que esperaba que todas las personas que estaban en el departamento la noche anterior.
No se escuchaba ningún ruido. Entró en la sala y vio todo el desastre que había quedado de la noche anterior. Botellas y latas de cerveza tiradas y medio aplastadas por todo el piso, parecía que una botella de vidrio de había quebrado en una esquina, dejando la cerveza en el piso que se había secado y ahora estaba pegajosa. Botanas tiradas por toda la mesa de centro, al igual que algunas gaseosas y vasos de plástico. Las bolsas de botana estaban por todos los sillones.
Era un desastre todo eso.
La puerta del baño se abrió de repente, Shin se sorprendió hasta el punto de soltar un grito ahogado. Naoki se quedó quieto por eso cuando salió del baño. Parecía medio dormido y con malestar por todas partes.
─ ¿Shin? ─Preguntó el Naoki con resaca que se acercaba a la sala con pasos muy pesados.
─¿Naoki? ¿De dónde saliste?
─ ¡Shhhh! ─Lo cayó. Naoki aun hablaba con cierto tono de borracho, arrastrando las palabras. ─No grites... tan fuerte. Estaba en el... baño.
─¿Dónde está Misaki?
─ Tirado en su cama... creo. ─Naoki caminaba a la puerta, pasando por encima de todo el desastre de la sala.
─¿A dónde vas?
─ A casa... Pero primero... Dormiré un poco en mi auto.
─ Mejor quédate aquí... ─Naoki no lo escuchó y salió del departamento.
Shin quiso comenzar a recoger todo lo que estaba tirado. Fue a la cocina por una bolsa para basura donde metió todas las botellas y latas que encontraba, también las bolsas de frituras rotas. Al parecer había más cervezas rotas encima y debajo de la mesa de centro. Suspiró.
Dejó la bolsa a un lado de la entrada. Estaba buscando en el baño una cubeta para limpiar cuando volvió a escuchar una puerta abrirse. Se asomó y vio a Misaki salir bostezando de su habitación.
─¡Misaki! ─Le llamó, sorprendiendo al mayor.
─ Shin. ¿Cuándo llegaste? ─Shin se acercó para abrazarlo por la cintura, pero se detuvo antes, porque el olor que desprendía a alcohol y humo de cigarrillo era algo fuerte. En la sala ese aroma ya se había disipado por abrir una ventana.
