«¿Siempre hay un roto para un descocido?»
Una mañana Tezuka Misaki recibe la visita inesperada de Norizaka Seiichirou, un viejo amigo de su padre, que le pide un favor muy especial: cuidar de su hijo mientras el viaja por trabajo a otra ciudad.
Misa...
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─¿Puedes caminar solo?─Preguntó Misaki cuando abrió la puerta del copiloto. Shin tenía la mirada perdida, parecía que solo estaba viendo el tablero del auto. Pero negó un poco con la cabeza.
Anna había llamado a Misaki a mitad de la tarde por la crisis que estaba teniendo Shin. Adachi lo llevó a la enfermería, donde dejó de llorar y esperó hasta que Misaki llegara por él. Anna los acompañó hasta el estacionamiento de la facultad.
Misaki le estiró un brazo para que se agarrara de su cuello y no se callera, lo agarró fuertemente de las piernas y la espalda y finalmente lo levantó con mucho cuidado, pegando su cabeza a su pecho.
A Misaki no le estaba generando ningún tipo de incomodidad cargarlo, era lo más cerca que habían estado desde hace días y eso ponía un poquito feliz al mayor, aunque la situación no era nada buena.
─¿Soy pesado, cierto? ─Preguntó Shin en un susurro.
─Para nada. Podría cargarte por horas así.
Llamó al ascensor y entraron muy callados. Shin, por costumbre, se acurrucó en el pecho de Misaki, ya había bajado su brazo del cuello del mayor. Caminó al departamento con cuidado, abrió la puerta con algo de trabajo y dejó a Shin en el sofá cuando ya habían entrado.
─¿Quieres agua? ─Shin asintió, retrajo sus piernas y suspiró profundamente. Misaki fue a buscar el vaso con agua, cuando regresó Shin estaba medio acostado en el sofá. ─Si quieres acostarte vamos a la cama. Allá estarás más cómodo.
─No... Quiero estar aquí. ─Se volvió a levantar y tomó el vaso. Con una mano, Shin le pidió a Misaki que se sentara junto a él, el pelilargo sonrió por la petición y obedeció.
─¿Que pasa? ─Preguntó poniendo su mano sobre la de Shin, él pelinegro dudó un poco, pero terminó quitándola. A Misaki le pareció muy extraño eso.
─Quiero que hablemos. ─Shin tenía un tono serio en su voz. Misaki se puso nervioso.
─¿Qué sucede?
Shin no habló inmediatamente, era como si no quisiera decir lo que diría. Trago saliva un par de veces.
─Deberíamos terminar nuestra relación aquí. ─Sentenció.
─¿Qué? ─Fue lo único que pudo decir. Rápidamente el ambiente estuvo pesado.
─Katsura se dio de baja de la universidad... hoy me enteré de eso... ─Misaki iba a decir algo, pero Shin siguió hablando. ─En estos días estuve pensando mucho sobre el problema que hubo con él. Antes, nunca nos peleábamos, siempre estábamos juntos y nos entendíamos perfectamente. Donde él iba, yo iba y donde yo iba el me seguía, todo el tiempo fue así, pero comenzamos a tener muchos problemas desde que llegue aquí contigo. ─Ambos se miraron a los ojos, Shin estaba comenzando a llorar nuevamente, Misaki solo tenía el ceño fruncido. ─La principal queja de... Katsura fue... ─Estaba sollozando. ─Que yo había cambiado desde que te conocí... Mi amistad con él se terminó por que empecé a estar contigo...
