«¿Siempre hay un roto para un descocido?»
Una mañana Tezuka Misaki recibe la visita inesperada de Norizaka Seiichirou, un viejo amigo de su padre, que le pide un favor muy especial: cuidar de su hijo mientras el viaja por trabajo a otra ciudad.
Misa...
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Habían pasado ya algunas semanas desde que Shin había comenzado el semestre en la universidad. Los primeros días que regresaba al departamento, Misaki estaba llegando bastante tarde, por lo que la mayoría del tiempo, Shin se quedaba solo, toda la tarde. Por esta razón, desde entonces pasa la tarde, paseando por las calles con sus amigos.
Misaki y Shin apenas y se han visto en ese tiempo.
Después de la pelea que tuvieron el primer día de clases, Katsura y Shin no volvieron a tocar el tema y al día siguiente estaban como si nada. Era como una regla no hablada entre ellos, cada vez que se peleaban. Cosa que confundía mucho a Masami, pero para mantener la paz que había, no dijo nada.
Hasta el momento, Katsura seguía siendo muy tosco al momento de hablar con Masami, pero pareciera que a este no le importaba y seguía hablándole con el mismo entusiasmo con el que le hablaba a Shin, incluso, tal vez, un poco más, para hacerlo más confiado con él.
─ ¡Superior, Shin, hay que hacer el trabajo juntos! ─exclamó Masami, volteando su silla hacia la mesa de atrás, donde estaban sus dos amigos.
Esa tarde, en una de las materias que compartían les había pedido un proyecto para dentro de dos semanas en equipos. No era algo difícil, pero era bastante trabajo el que tenían que hacer. Tenían que ponerse de acuerdo para muchas cosas. Iba a ser algo duro ese trabajo.
─ ¡Claro que sí! ─contestó Shin, muy contento por trabajar con sus amigos.
Ambos voltearon a ver a Katsura y este, sintiéndose un poco incomodo por las miradas emocionadas de los dos chicos que estaban con él, solo asintió con la cabeza y una risa de aprobación le siguió.
Todo ese día, los tres estuvieron juntos para las clases. Tenían bastante tarea y para hacer más pronto de lo que tenían que hacer el proyecto. Al final del día, se sentían abrumados de todo lo que tenían que hacer en las próximas tes semanas.
Se terminaron yendo a una pequeña fonda para comer algo. Ya era bastante tarde para apenas almorzar. Desde que comenzó su vida universitaria habían comenzado a comer muy mal.
─ Tenemos que hacer algo con todo este trabajo. ─ dijo Katsura, dejándose caer en una de las sillas de la mesa que habían elegido para comer.
─ Los profesores creen que somos maquinas. ─ se quejó Masami, sobándose con los dedos las cienes.
─ Solo llevamos 3 semanas en clases. No pueden ponernos tanto trabajo. ─ Siguió Katsura.
─ Tengo una idea. ─ dijo Shin, tratando de aligerar un poco la carga que tenían. ─ ¿Qué tal si nos juntamos en algún lado, la casa de alguno de nosotros o la biblioteca estatal para poder hacer las tareas y poder ayudarnos si lo necesitamos?
─ Podría funcionar. Este fin de semana podríamos hacerlo y terminar lo más rápido posible para hacer todo lo que nos han encargado. ─ contestó Katsura.
