Alfa Idiota

40 *Una gran marca*

Jungkook solo podía pensar en el nuevo pasatiempo del Alfa, aunque no lo había vuelto a hacer el menor podía observar claramente cuánto quería jugar con su cuello. Le pareció entretenido ver el comportamiento ansioso comiendo cualquier snack que tuviera a su alcance mientras mirá fijamente su cuello para después verlo irse lo más lejos de él enojado consigo mismo ya que había prometido no volverlo a hacer pero después de un rato volvía acostándose en las piernas del menor o solo apoyando su cabeza en el hombro junto a un pronunciado puchero esperando que Jungkook lo consintiera con pequeñas caricias en su cabello.

Se sentía un poco mal por él y preocupado al ver claramente como ni el mismo Alfa sabía lo que tenía pero no sabía a quién preguntarle sobre esto, nunca vio una marca como la que dejó Taehyung en él en los cuellos de sus amigos así que era imposible que ellos supieran sobre esto. Soltó un largo suspiró sin saber que hacer, bajo la mirada viendo el rostro dormido del mayor, como ya era costumbre esté siempre tomaba una pequeña siesta después de un rato de mimos, solo que está vez Taehyung fue despertado por el molesto sonido del teléfono de Jungkook, no por suaves caricias y besos dejados en todo su rostro para despertarlo, él de verdad quería romper ese aparato ahora mismo.

Mira sobre la mesa detectando que en la pantalla se podía ver el nombre de Jin Hyung junto a más palabras debajo avisando que tenía un nuevo mensaje del mayor, el rubio se sienta en su cama, donde decidieron pasar la tarde libre del menor ya que solo hace unos días fue testigo del dolor que pasaba, no le gustó presenciar las expresiones y pequeño llanto que dejaba libre al estar dormido y aún así quejarse del dolor sin siquiera saberlo, le molestó un poco que Jungkook volviera a trabajar como si nada hubiera pasado así que en cuanto el Omega lo llamo para informarle que saldría temprano y quería comer con él Taehyung no dudo en llevarlo a su casa para tranquilizar su preocupación de alguna recaída.

Estrujó su ojo derecho antes de caer del otro lado abrazando una almohada para seguir durmiendo. El ahora pelinegro no pudo evitar esbozar una sonrisa por la ternura de su Alfa, agarra su celular leyendo el favor que le pide el mayor para ayudarlo con su hermana, le responde de manera simple antes de mandarle uno a Jimin estando seguro de que será de mucha ayuda también.

Se acerca al cuerpo a su lado inclinado hasta su mejilla besándola repetidas veces para asegurarse de que esté lo este escuchando, cuando ve la pequeña sonrisa en el rostro sabe que esta consciente y le presta atención.

─ Que tierno es mi Alfa ─ El rubio sonríe mucho más feliz ante el susurro en su oído sintiendo un cosquilleo en su interior al amar esas palabras pero frunciendo el ceño por el malestar en su boca ─ Jin Hyung me necesita ─ Deja otro beso antes de salir de la cama ─ Nos vemos mañana o cuando tenga tiempo libre iré a visitarte a la empresa.

Ya que hoy era el día libre del menor en el estudio más no el de Taehyung pero esté se tomó la libertad de faltar al trabajo sin ver el problema al estar en la empresa junto a su padre y sabiendo que no tenían nada realmente importarte por el momento, el pelinegro se sintió un poco mal al estar interrumpiendo su trabajo así que le dijo al mayor que la próxima vez solo lo visitaría en su oficina un rato o hasta que terminara y pudieran ir a comer a alguna parte, lo cual le pareció un excelente plan a Taehyung feliz de solo imaginar al menor estando a su alrededor.

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Se encontraba frente a la casa esperando que Jimin llegará para entrar con él, en realidad desde que escucho a los menores su cuerpo dejo de funcionar así que decidió esperar al pelinegro mientras el se deleitaba con el magnífico sonido.

Escuchar las suaves carcajadas de los pequeños cachorros lo hicieron sentir un poco nostálgico al recordar a su pequeño, le hubiera gustado conocer el sonido de su risa pero lo único que pudo hacer fue imaginar una parecida a la de los dos niños en el interior, por mucho tiempo estuvo imaginando cómo llegaría a ser su pequeño, su apariencia, personalidad, voz. Lo dejo de hacer al sentirse mal cada vez que regresaba a la realidad.