1 *Un momento de paz*

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─ ¡Ya suéltalo Tae! ─ Lo tomo de un brazo pero mis esfuerzos son inútiles.

─ ¡EL ES MÍO! ─ Maldigo a mi lobo por estar feliz con esas palabras ─ ¡NO LO PUEDES TOCAR! ─ Le grita Tae.

Ruedo los ojos ya cansado de el, me acerco al pobre chico que acabo de conocer para ayudarlo a levantarse del suelo dónde lo dejo Tae pero antes de tocarlo siento que me alejan de el bruscamente asiento que me doble el pie, doy un quejido tanto por el dolor en mi pie como el de mi trasero cayendo al piso. Eso parece llamar la atención de Tae por qué enseguida está a mi lado.

─ ¿Estás bien? ─ Lo miro y el parece realmente preocupado, yo lo ignoro y miro mi pie ─ No quise hacerte daño ─ Lo miro frunciendo el ceño.

─ ¿Por que tenías que empujarme? ─ Le digo molestó.

─ Tu querías ayudar a ese imbécil.

─ ¡Por qué tú lo golpeaste! ─ Le gritó tratando de levantarme pero el dolor en mi pie no me deja.

─ Déjame ayudarte ─ Lo miro de mala manera pero termino aceptando, no puedo levantarme por mi cuenta ─ Apoyate en mi.

El pasa uno de mis brazos por sus hombros y me ayuda a levantarme con cuidado yo doy algunos saltos con mi pie derecho para poder estar parado. Busco con mi mirada al pobre chico pero no lo encuentro.

─ Le dije que se largara.

─ No tenías por qué golpearlo ─ El me mira con el ceño fruncido y yo ruedo los ojos ─ Solo estábamos en una cita a ciegas, ni siquiera lo conozco, no tenías que hacer eso ─ El abre la puerta del café donde Tae decidió hacer un vergonzoso espectáculo.

─ Y ¿Tu que haces en una cita a ciegas cuando me tienes a mi? ─ El cierra la puerta del café y me sostiene de la cintura, ignoro lo feliz que está mi lobo por estar al lado de el.

─ En primera tu y yo no somos nada y en segunda mi hermana lo preparo para mí, dijo que ya debería de estar saliendo ─ El me mira enojado.

─ No deberías de hacerle caso a la bruja de Lisa ─ El suelta un leve gruñido, se que está conteniendo su enojo para no hacerme enojar pero lo conozco muy bien ─ No vuelvas a tener una estúpida cita a ciegas y menos si son Alfas tan idiotas como el.

─ Y como tú ─ Le digo y el se ve lastimado, mi lobo me grita que lo anime y me regaña por hacerlo sentir mal pero yo no le hago caso sabiendo que el se merece eso ─ Solo ayúdame a llegar rápido al hospital para que me ayuden con esto ─ Señaló mi pie y luego a el ─ Ya que fue tu culpa.

El camino fue silencioso, el no se atrevió a hablar después de lo que le dije siempre es así. Cada vez que lo quería callar solo le tenía que decir lo idiota que fue y eso funcionaria.
Cuando llegamos al hospital más cercano nos hicieron esperar hasta que fuera nuestro turno, Tae siempre se quedo al lado mío cuidando para que no me fuera a lastimar más de la cuenta pero toda su atención de cuidados se fue a la mierda cuando vio al doctor. Juro que este hombre es el más celoso del mundo.

─ ¿Qué fue lo que pasó? ─ Nos pregunto cuando estuvimos sentados en su consultorio.

─ Vera este idiota en un tonto acto de celos me empujo haciendo que me cayera y ahora me duele el pie ─ Escucho a Tae gruñir detrás de mí cuando el doctor se acerca a mi.

─ ¿Un Alfa algo celoso no?

─ Si la verdad es un Alfa muy celoso.

El doctor me ayuda a llegar hasta una camilla para revisar mi pie, yo solo puedo ver a Tae matando con la mirada al doctor, ruedo los ojos. El y su tonta actitud celosa, nadie puede tocarme por qué ya lo quiere matar.

─ Es un esguince nada muy serio pero necesitas descansar ─ Me da una linda sonrisa y yo se la devuelvo ─ Deberías dejar que tú Alfa te lleve a casa para que descanses.

─ El no es mi Alfa ─ Le digo un poco molesto pero volteo a ver a Tae recostado de la pared un poco feliz de lo que dijo el doctor e ignorando lo que dije ─ ¿Que esperas idiota? ¿No escuchaste? Ven para que me cargues hasta mi casa, esto es tu culpa ─ El suelta un resoplido pero a mí no me engaña se que está feliz de poder llevarme a mi casa en su espalda.

─ Está bien ─ Habla, una vez que llega a la camilla posando sus manos a mis costados acercando su rostro ─ Pero solo digo que nada te hubiera pasado si no quisieras tocar a otros Alfas.

─ Eres un estúpido sabías ─ El se da la vuelta para que pueda montarme.

Pasó mis manos por sus hombros acariciándolo solo para molestarlo un poco antes de agarrar mis manos en su pecho, el agarra mis muslos y yo solo me recuesto en su espalda disfrutando de su aroma.

─ Descansa ─ Le digo adiós con la mano al doctor y vuelvo a recostarme.

El camino a casa no será mucho, el café donde fui no estaba tan lejos de mi casa. Hoy amanecí con ganas de caminar por eso cite al chico en ese lugar pero no conté con que Tae pasaría por allí. Se que vivimos frente a frente pero el nunca sale de su casa los domingos por eso quise que la cita fuera este día. Estaba seguro de que el no se enteraría de nada.

─ ¿Fuiste por algo al café? ─ Le pregunto curioso del por qué salió de su casa.

─ Como ya te dije no deberías de hacerle caso a la bruja de tu hermana.

─ ¿En serio te dijo? ─ Le pregunto aunque ya se la respuesta. Yo me acomodo más cerca de su cuello para disfrutar más de su aroma de leche de banana.

─ Si, ya sabes lo rara que es tu hermana.

─ ¿Entonces para que me dijo que fuera a esa cita? ─ Le digo somnoliento, cierro los ojos disfrutando tambien de la sensación de mi lobo feliz.

─ Sabes que esa bruja nos quiere juntos al igual que tú familia y la mía, el único que se opone eres tú.

─ Sabes por qué lo hago ─ Acaricio su cuello con mi naríz y siento como se tensa.

─ En fin ya llegamos ─ El abre la puerta y puedo escuchar voces desde la sala, Tae camina para allá. Quito mi cara de su cuello pero la recuesto en su hombro para poder ver a las personas en la sala.

─ Hola mamá, papá señores Kim.

─ ¿Hijo entraste en celo? ─ Me mira algo extrañada de que esté así con Tae.

─ No mamá, solo que este imbécil hizo que tuviera un esguince ─ Señaló mi pie para luego volver a acurrucarme en la espalda de Tae ─ ¿Cómo demonios puedes tener una espalda tan cómoda? ─ Le pregunto a Tae aunque el sabe a la perfección que contestar es algo que no puede hacer.

─ Tae cariño puedes llevar a Kookie a su cuarto.

─ Claro ─ El hace una mínima reverencia despidiéndose de mi madre y los demás para subir las escaleras.

Cuando llegamos a mi habitación. El abre la puerta mientras yo solo me siento cada vez mejor con su olor, el se sienta en mi cama para que pueda acostarme pero no me separó de el, tanto mi lobo como yo no queremos que se vaya todavía y pienso complacer a mi lobo, Desde mi último celo no me llevaba tan bien con mi lobo.

─ Quédate conmigo hasta que me duerma ─ Le digo acariciando su cuello para convencerlo aunque se que el aceptará.

─ ¿Ya no estás molesto conmigo?

─ Oh claro que sí, solo te quiero aquí hasta que me duerma pero si llego a ver qué estás aquí cuando despierte, te castro para que no te vuelvas a acostar con cualquier Omega.

─ Está bien ─ El se acuesta en la cama y se da la vuelta para estar frente a frente, pasa una mano por mi cintura atrayendo mi cuerpo al suyo, yo me acerco más a su cuello sintiéndome cada vez con más sueño ─ Ahora descansa Jungkookie ─ El aprovecha mi estado para besar mi frente.

Alfa IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora