12 *Tal vez*

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Me quedo observando la puerta frente de mi preguntándome si es buena idea pasar o no. Se perfectamente que si el hubiera querido decirme lo habría hecho ya pero quiero ayudarlo en lo que pueda así no sea mucho yo quiero ayudarlo.

Tomando el pomo de la puerta doy varias respiraciones para no atacarlo con preguntas eso no sería nada bueno. Cuando siento que estoy más calmado como para no tirarle toda mi curiosidad y asfixiarlo, me adentro en la habitación encontrando a BamBam en la cama.

─ Hyung ─ El me observa para abrirme sus brazos y yo me tiró a su lado en la cama disfrutando de la calidez de su cuerpo.

─ Se que haces aquí y solo tengo para decirte que no te preocupes.

─ Pero yo quiero saber lo que tienes Hyung ─ El no me responde solo acaricia mis cabellos ─ Soy yo Hyung ─ El da un suspiro y se separa un poco de mi haciendo que nos observemos.

─ Lo se Kookie ─ El deposita un beso en mi frente ─ Se que puedo confiar en ti pero no sé cómo lo tomes, se que me admiras y no quiero que eso cambie.

─ Hyung ningún problema cambiará mi forma de pensar sobre ti ─ Le digo con seguridad ─ Siempre tuvo algunos problemas y ninguno logro afectarlo como para cambiar la maravillosa persona que eres Hyung.

─ Ese es el problema Kookie ─ Lo miro confundido ─ Ni yo logro reconocerme.

─ ¿A qué te refieres Hyung?

─ Es la primera vez que estoy en malos términos con mi lobo ─ Lo miro sorprendido.

─ Pero ustedes tienen una buena relación ─ Lo miro sin creerle ─ Era como cuando yo estaba detrás de Tae sin importarme nada ─ Le recuerdo.

─ Si pero al parecer ahora estamos en los mismos términos que tú y tú lobo ─ Me dice con simpleza.

─ ¿Que fue lo que pasó?

─ Conocí a alguien ─ Me dice en un susurro y yo logro entender.

─ ¡Ah!~ Ya entiendo ─ Me separó de el para acomodarme mejor y volverlo a abrazar ─ Tu lobo nunca quiso estar con alguien y tú tampoco así que estaban en buenos términos, es entendible que ahora este molesto por qué quieras salir con alguien que no le gusta ─ Suelto una pequeña risa de burla ─ Yo soy experto en esa área así que se cómo te debes sentir.

─ Mi lobo no es el que está molestó y yo tampoco Kookie ─ Lo miro sin entender nada ─ Te explicó ─ El toca la punta de mi nariz, es un hábito cariñoso que siempre tuvo ─ Mi secretaria tuvo que renunciar por razones personales así que tuve que buscar a otra persona ─ Yo asiento prestándole toda mi atención ─ Mientras estaba haciendo las entrevistas ─ Lo interrumpo.

─ Espera, ¿Por qué lo hacías tú?

─ Tuve algunos problemas con los secretarios que contrataban así que decidí hacerlo yo ─ Abro mi boca en una O asistiendo lentamente, entendiendo le hago un gesto con la mano para que siga hablando ─ Fue muy extraño para mí el como mi lobo enloqueció con el aroma de un chico en especial, Su olor me lleno de un sin fin de emociones. Tenía unas ganas inmensas de tocarlo así sea solo un roce ─ El se queda pensando por un momento antes de sonreír de una manera que nunca ví, fue algo hermoso de ver ─ No tenía experiencia pero no soportaba la idea de dejarlo ir así que lo contraté ─ El niega con la cabeza ─ Que bueno que no me viste Kookie, parezco un adolescente enamorado por primera vez cuando estoy cerca de el. Nunca negare que cuando logré tocarlo fue la mejor sensación que pude haber sentido, estaba entrando en pánico por qué solo con la presencia de ese chico puedo sentirme tranquilo su aroma es mejor que cualquier medicina ─ El frunce el ceño y en su mirada se refleja preocupación, una muy grande.

─ ¿Que pasa? ─ Me ánimo a preguntar ya que el no vuelve a hablar.

─ El tuvo un problema con su familia ─ Puedo sentir como se pone tenso ─ mi lobo se mantuvo en calma todo ese tiempo solo disfrutando de la presencia del contrario pero cuando ví lo mal que estaba, simplemente actúe. Mandé a investigar si el tenía un problema ─ Suelto un poco de mi aroma para calmarlo una vez que lo siento enojarse lentamente ─ Lo ayude con sus problemas por qué realmente eso no era ningún problema para mí, mi lobo fue el de la idea pero yo lo seguí pensando que era buena y estaba seguro de que lo era una vez que mi lobo estuvo en calma nuevamente por haber sacado de ese apuró a mi secretario ─ El me abraza con más fuerza buscando consuelo el cual le doy sin problema ─ Lo hubieras visto Kookie ─ El se esconde en mi cuello ─ Se enojo mucho, me dijo un montón de cosas pero la mayoría no la entendía pero pude sentir el dolor, tristeza y decepción en su aroma, sentir esas emociones dirigidas a mi fue lo que me mato.

─ ¿Por eso estás aquí?

─ Algo así ─ El sale de su escondite y frunce levemente los labios ─ Tu aroma ya no tiene el mismo efecto en mí.

─ Solo habla ─ Le digo algo herido por lo último.

─ Estoy decidido a saber por qué mi lobo es tan débil ante el y por qué actúa como si solo quisiera estar alrededor de el.

─ Así como Tae ─ Le digo para hacerlo reír pero no funciona el sigue con su mirada sería.

─ Creo que es peor ─ El suelta un largo suspiro ─ Al menos tú estás cerca de Tae y hasta aceptas los mimos de el, eres feliz dejando que el este cerca de ti y se lo demuestras no siempre pero lo haces ─ Yo lo miro mal tratando de negar lo que se que es verdad pero el habla antes ─ Ni lo intentes, hace nada estabas literal encima de el ─ El hace un pequeño puchero ─ No sabes lo que desee estar así con el. Pero con todo lo que me dijo hoy no creo ser capaz de poder verlo a la cara en un buen tiempo y estoy seguro de que el no me quiere ver así que huí ─ Yo lo miro sorprendido.

─ Wow ese chico debe tener un gran efecto sobre ti.

─ Lo se, no es algo mío el huir de algún asunto pero con él todo es diferente Kookie ─ El vuelve a sonreír de esa manera tan hermosa ─ Al principio me extraño que mi lobo se interesará en alguien, pensé que se le pasaría con el tiempo al estar siempre juntos pero solo me gustó más cada pequeña faceta que por su descuidó pude ver. La hora que más odiaba era cuando se acababa el horario laboral porque no lo vería hasta el otro día y para los días libres era toda una tortura ─ El suelta una suave risa y niega con la cabeza pero una suave sonrisa permanece ─ Buscaba cualquier excusa para verlo en los días no laborales.

─ Vaya, me gustaría conocer a la persona que te tiene así Hyung ─ La alegría que había estado pegada a su rostro se esfumó.

─ No creo que se pueda ya que ni me quiere ver.

─ Ya verás que todo estará bien Hyung ─ Trato de animarlo pero no funciona ─ El vera que no tuviste malas intenciones para ayudarlo y todo se arreglará ─ El me da una suave sonrisa pero me duele que sea falsa.

─ Si Kookie, todo estará bien ─ El se mantiene en silencio para luego besar mi cabeza ─ Vamos a dormir es algo tarde ─ Trato de protestar por qué no lo quiero dejar así pero el detiene mis palabras al seguir hablando ─ No te preocupes por mi Kookie, ahora lo que quiero es descansar hace mucho no tomo vacaciones.

El me vuelve a besar pero esta vez en mi mejilla para luego prácticamente echarme fuera de su habitación. Una vez que me encuentro con la puerta de mi Hyung cerrada en mi cara no puedo no preguntarme si estará bien realmente, pero otro pensamiento cruza mi cabeza. ¿Así se sentirá Tae respecto a mí? Un "tal vez" es lo mejor que mi mente me puede contestar pero desechó ese pensamiento. Imposible, Taehyung no se puede sentir así.

Me adentro más en el pasillo llegando a mi cuarto, el agradable aroma de Tae aún está impregnado alrededor de mi habitación y no puedo evitar sonreír amo este aroma. Me tiró a la cama agarrando la almohada que tiene el olor de Tae impregnado para abrazarla y poder descansar.





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Alfa IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora