ɴᴏᴛɪᴄɪᴀ ɪɴᴇꜱᴘᴇʀᴀᴅᴀ

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Aturdida por mis pensamientos me quede por unos minutos sin reaccionar hasta que escucho el sonido de la puerta.

-¿Quién será? Mi madre se encuentra de viaje.- pensé.

Empiezo a escuchar más sonidos provenientes del salón principal, lo cual me asusto aún más.

-¿Ma, eres tú?- despacio me acerqué a la puerta de mi habitación.

Nadie contestó y los sonidos de golpe pararon. Ahora sí estaba más que asustada, tomé mi teléfono y marqué al 911 pero sin llamarlos para averiguar de qué se trataba. Lentamente baje las escaleras y me dirigí a la entrada, despejado, caminé hasta el living y veo que la caja que había dejado en la mesada no estaba.

-¿Quién anda ahí?- grité y de golpe siento una mano tomar mi hombro.- Aaah!

-el desconocido se topo los odios- Disculpa no quería asus...

-lo interrumpí- ¿Quién eres? Voy a llamar a la policía!- y le mostré que tenía marcado el número.

-No hace falta...- agrego haciendo señas de que me tranquilizara.

-Entonces dime quién eres!- exclamé.

-Pues soy el hijo del esposo de tu madre.- contestó con un sonrisa.

¿Acaso dijo esposo de mi madre? El teléfono cayó de mis manos sin poder creer las palabras que salieron de su boca. Era imposible que pasará eso, mi madre nunca le haría eso a mí difunto padre.

-reí- Es un error, mi madre no está casada.- trate de convencerme.

-Tu eres t/n verdad?- me extiende la mano- Me llamo Song Kang, un gusto futura hermana!- amablemente hace una "v" con su mano.

-¿Qué?- estaba realmente desconcertada y sin caer en la realidad me senté rápidamente en uno de los sillones antes de caerme.

-¿Estás bien? ¿Te traído agua?- se inclino a verme.

-asentí- Gracias!

Ahora todo tiene sentido de porque viajaba tanto y quería que tome este trabajo para no tener que darme explicaciones de su ausencia. No lo puedo creer, hace cuánto me lo ocultó?

-Toma...- me extiende el vaso.

-lo agarre y le di un gran sorbo- ¿Qué sabes de mi madre y ese...- tragué salida- señor...?

-Mmm...- se rasco el mentón- no se mucho, pero creo que están hace un año y sinceramente nunca vi a mi padre tan enamorado.- desvió su mirada- ¿No lo sabías?

-Mi madre es realmente buena ocultando cosas, no es de sorprenderme.- suspiré- Aunque no me esperaba esto... y tú qué haces aquí?

-Tu madre me pidió que venga algunas veces a la semana para ver que todo esté en orden.

-¿Y tú tomaste esa caja?- mi mirada está fija en él.

-Sí, ella me pidió que lo guardase.

-¿Qué había en la caja?- estaba enojada.

-Sino me equivoco es su vestido de boda.

Cerré mis puños, realmente estaba dolida y enojada, no podía creer que me lo haya ocultado tanto tiempo. ¿Se olvidó de mi papá? ¿No era él el amor de su vida? Mis ojos se cristalizaron y no podía contenerme.

-Debo irme.- agregué sin más y salí corriendo de esa casa.

Me subí al auto y mis lágrimas empezaron a caer, golpeé el volante con mis puños. Arranqué el auto y maneje sin rumbo, mi celular empezó a recibir llamada tras llamada. Seguramente era ella pero no podía hablar, no quería.

Luego de casi una hora me estacioné cerca de un lago, que lo conocí porque queda solamente a pocas cuadras de la cabaña de la abuela de Tae. Bajé del auto y me senté en la orilla, mirando ese hermoso paisaje que de alguna manera me traía paz.

-Te necesito...- dije mirando el cielo.

Realmente lo extraño tanto, que necesito escuchar esa voz una vez más, quiero recordarla y perderme completamente de este mundo al oírla. El era el único que lograba calmarme con sólo decir mi nombre.
Creí que podía sola... siempre me muestro fuerte antes los demás pero cuando se trata de él, me vuelvo débil y no controlo mis sentimientos.

-mis lágrimas nuevamente empezaron a caer- Aaagh!- me queje al no poder retenerlas.

Ya se hizo de noche y aún seguía en la misma posición.

-Por fin te encuentro...- dijeron un tanto agitada.

-Dejame sola.- contesté con indiferencia.

-T/n, escúchame.- suspiró- Realmente quería decírtelo pero nunca encontraba el momento.

-¿Así que la mejor idea era ocultarlo hasta qué me llegue la invitación de la boda?- bufé- Que gran idea!- agregué irónicamente.

-Lo siento, se que debí dec...

-Claro que debías decirme!-me levanté y la miré- ¿Cómo fuiste capaz de ocultar algo así? Y que me enterase por un completo desconocido que andaba por nuestra casa como si fuera la de él.- negué con la cabeza.

-Porque sabía como ibas a reaccionar, eres tan egoísta que piensas sólo en tí, no te importa la felicidad de los demás!- grito.

-reí- ¿Yo soy la egoísta y tú? ¿Haz pensado en papá? Te olvidaste de él como lo hicieron todos.

-Nunca me olvidaría de tu padre, es el amor de vida.- agrego más calmada y sus ojos se cristalizaron- Pero se a ido, y el estaría feliz por mí, por verme avanzar y no estar todas las noches llorando su perdida.- rápidamente se limpió las lágrimas- ¿Te haz puesto en mi lugar? Me juzgas como si hiciera algún daño y yo solo estoy tratando de ser feliz de nuevo.

Me quedé sin palabras.

-desvié mi mirada- No había necesidad de esconderlo...- respiré hondo- entiendo que quieras empezar nuevamente pero no quiero que te olvides de papá.

Mis lágrimas salieron sin parar, ella tenía razón. Está en todo su derecho de empezar de cero con alguien, ya pasaron muchos años desde que mi padre falleció pero la idea de que olvidado, me duele y enoja.

-se acerco y me tocó de la mejilla- Él nunca será olvidado, ni por mi y tampoco por tí... no pienses eso, eres nuestra única hija y fuiste el mejor regalo.- sonríe- A pesar de que me case con alguien más, tu padre está en mi corazón y memoria, pero me tengo que permitir seguir adelante.

Me abrazo que después de tantos años estando alejadas me sentí protegida, amaba y que realmente estaba siendo sincera.

-correspondí el abrazo- Lo entiendo... sólo que necesito tiempo, esa noticia fue inesperada.

-Nunca debí ocultarlo, ese fue mi error.- me acaricia la cabeza- Prometo que voy a hacer las cosas bien para no seguirte lastimando mi niña.

-me separé- Esta bien.

Me preguntó si quería irme con ella pero no estaba lista aún, más allá de conversación que tuvimos quería seguir estando sola.

-Adiós!- me saluda ya subiéndose al auto.

Al irse me di la vuelta y me quedé admirando el cielo, hasta que siento que unos suaves brazos me rodean el cuello.

-Tranquila, soy Jimin.- dijeron en mi oído.

Esa voz...

Lα ɴιñerα ~ Jιмιɴ & TύDonde viven las historias. Descúbrelo ahora