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Saebyeok rió, aunque su risa estaba afectada por la mezcla de emociones y alcohol que la envolvían.

—Ohh... ¿Así que en la universidad todos quieren que estemos juntas? —rió mientras se recostaba en el respaldo, deseando secretamente poder dormir, pero aún observando de reojo a Haneul y Jiyeong riendo y charlando.

—¡Claro! Tienen una química innegable. ¿Qué pasó entre ustedes dos? —preguntó el barman, aprovechando su turno libre para charlar.

—Pfff, fue todo culpa mía... —Saebyeok rió nuevamente—. La hice sentir tan mal... Ella debe odiarme... —dijo lentamente mientras miraba al techo, perdida en sus pensamientos.

—Entiendo. ¿Por qué no marcas un poco de territorio? Haneul es muy coqueta, ten cuidado... —el barman rió—. Tiene una reputación bastante baja cuando se trata de relaciones, pero no es una mala persona.

Las alarmas de Saebyeok se dispararon cuando vio a Haneul abrazando la cintura de Jiyeong.

Su Jiyeong.

Después de conversar con el barista, notó que ambas se levantaban, y estaba claro que Jiyeong estaba notablemente ebria.

—Vuelvo enseguida. —Sae se levantó y se apresuró a seguir a Jiyeong. No le costó mucho trabajo alcanzarlas.

Sin que Jiyeong se diera cuenta, Saebyeok tomó su mano y la guió hasta una pared cercana donde no había mucha gente, ya que todos estaban concentrados en el centro de la fiesta.

Saebyeok acorraló a Jiyeong con ambos brazos, dejando muy poco espacio entre ellas.

—¿Qué estás haciendo?... —preguntó Jiyeong, mirando a los ojos a la persona que la había acorralado.

Ambas tenían las mejillas ruborizadas debido a la bebida y la tensión en el aire era palpable.

—¿Qué estabas haciendo con ella? —Saebyeok cuestionó con el ceño fruncido.

—Solo estábamos pasando el rato. Estamos en una fiesta, ¿te molesta? —Jiyeong rió.

—Claro que no... pero, ¿ya me olvidaste?

Jiyeong rodó los ojos y bufó.

—No puedes reclamarme eso. Tú dijiste que no sentías nada por mí y que solo fui un juguete desechable. …Y ahora... ¿te atreves a celarme?

La risa de Kang resonó en el aire.

—¿Cómo podría haber jugado contigo? Fuiste... eres... la persona que más me ha entendido... y la que más he querido en toda mi terrible vida...

Los ebrios no mienten, ¿verdad?

—Entonces, ¿por qué me humillaste de esa manera?... Empecé a sentir algo por ti como nunca antes había sentido por nadie... Eres una idiota, pero aún así, te amo... —Jiyeong confesó mientras inclinaba la cabeza.

Saebyeok la acercó aún más, tomando su cintura.

—Nunca había dicho esto. No tuve la oportunidad por lo asustada que me sentía... También te amo, Yeong.

Byeok se inclinaba para besarla, pero Jiyeong la detuvo colocando su mano entre sus bocas.

—¿Me amas?... Dilo de nuevo... —sonrió mientras abrazaba el cuello de Sae.

—Te amo, Jiyeong.

Después de su confesión, la joven más baja tomó la iniciativa y selló el momento con un apasionado beso.

She ; JibyeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora