She ; Jibyeok

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Después de que Taeyang se fuera a su casa y Saebyeok y Jiyeong lo acompañaran un rato, decidieron sentarse en el pasto de un hermoso parque.

—Sae, ¿estás bien?... —preguntó Yeong, tomando la mano de la mayor.

Saebyeok no respondió de inmediato, simplemente suspiró con tristeza y desánimo. Luego, le sonrió débilmente.

—No lo sé, no sé qué pensar en este momento.

—No es tu culpa, ¿de acuerdo? Haneul estaba enferma, tu mensaje solo la hizo darse cuenta del daño que hizo.

Byeok refregó sus ojos y mordió su lengua en un esfuerzo por no llorar.

Miró a la rubiecita e intentó cambiar de tema.

—Yeong, ¿te conté que compré un boleto de lotería hace unos días? —le sonrió y la menor la miró impresionada, ambas deseando cambiar el tema de la conversación.

—Wow, ¿en serio? Sería genial que ganaras... —le devolvió la sonrisa, mirando al cielo.

Con menos de la mitad del dinero que podría ganar, Saebyeok planeaba comprar pasajes a la Isla Jeju, una casa allí, sacar a su hermano del hogar de niños y reunir a su madre con ella. Era un sueño que tal vez podría hacerse realidad algún día.

El simple pensamiento de ser felices en ese hermoso lugar les emocionaba.

—No sé qué haría con el dinero después de comprar una casa y traerte a ti con mi mamá y hermano.

Jiyeong le sonrió.

—Yo te mostraré cómo gastar mucho dinero en la Isla Jeju —dijo divertida y le dio un beso.

Solo pensar en eso hacía que Saebyeok sonriera. Finalmente, ver a su mamá y su hermano juntos, disfrutar de un mojito con su novia mientras los veía a ellos dos jugar.

Era una hermosa imagen mental que les daba esperanza y felicidad.