She ; Jibyeok

36

Sae se despertó de repente al recibir una notificación en el celular que estaba en la cama. Confundida y somnolienta, agarró el teléfono y comenzó a leer el mensaje de Haneul, preguntándose quién era esta persona y por qué le escribía.

Sin embargo, pronto se dio cuenta de que estaba sosteniendo el teléfono de Jiyeong. La situación la hizo sentir incómoda y preocupada.

—¿Quién es Haneul? —preguntó Sae, mirando a Jiyeong con una expresión de confusión.

Jiyeong, visiblemente nerviosa, respondió rápidamente:

—Uh... Es una compañera de clase, es que... le dije que le iba a pasar la materia de física.

Sae, aún con sospechas, continuó preguntando:

—¿En serio? Porque parecía que quería verte.

—Ah, eso, tal vez quiere que se lo dé todo en persona... —respondió Jiyeong, tratando de parecer despreocupada, aunque estaba claramente nerviosa.

—¿Irás? —preguntó Sae en voz baja, mirando a Jiyeong con una mirada inquisitiva.

Jiyeong trató de disuadirla:

—Eh, no, no, le diré que no puedo ir hoy, le pasaré todo por fotos... —sonrió nerviosamente.

Sin embargo, Saebyeok no estaba convencida y se levantó de la cama para ponerse los zapatos.

—Jiyeong, no te creo —dijo con un tono de desconfianza en su voz.

La tensión en la habitación creció mientras la pecosa se preparaba para salir.

—¿Haneul no es la chica que te agarraba de la cintura en la fiesta? —preguntó Sae frunciendo el ceño.

La rubiecita se sintió atrapada y nerviosa, y respondió torpemente:

—N...No sé de qué chica me hablas...

Sae se puso de pie y se ató el cabello mientras continuaba expresando su desconfianza.

—Vamos, si vas a mentir, hazlo bien... pensé que íbamos a estar en una relación sincera... —dijo con molestia mientras se calzaba los zapatos.

Jiyeong trató de explicarse:

—S-Sae, no estoy mintiéndote, l-lo juro, Haneul sólo quiere la tarea...

Pero Sae no parecía dispuesta a creerle y se levantó de la cama para ponerse una chaqueta.

—¿Adónde vas?...

—Iré a hacerle una visita, no te molesta, ¿Verdad, Jiyeong?

Sae se fue de la habitación sin esperar una respuesta de Jiyeong, dejándola sintiéndose atrapada entre sus celos y la preocupación por su salud. Mientras se alejaba, Jiyeong escuchó el sonido de la puerta principal cerrándose con fuerza y luego un estornudo desde la calle. Sae todavía estaba enferma.