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Cuando el metro se desocupó un poco, aprovecharon para sentarse juntas en un asiento para dos personas. El viaje duraba al menos media hora, y Saebyeok recostó su cabeza en el hombro de Jiyeong y se quedó dormida, aunque no durmió muy bien debido a la resaca que la aquejaba.

Jiyeong abrazó a su novia mientras dormía y se mantuvo despierta, vigilando su entorno. No podía dormirse, temía que alguien intentara robarles la billetera.

Mientras tanto, revisó su teléfono de vez en cuando y navegó por las redes sociales. Sin embargo, apagó el teléfono cuando escuchó una voz conocida cerca de ella.

—¡Yeong!— una chica de cabello negro con reflejos azules la llamó.

Jiyeong sonrió, reconociendo a Haneul, pero también sintió cierta incomodidad. Si Sae se despertaba y la veía, podría malinterpretar la situación.

—¿Haneul?— preguntó Jiyeong sonriendo mientras la chica se sentaba frente a ella.

—Hola, Yeong. ¿Recuerdas quién soy, verdad?— preguntó Haneul con una sonrisa mientras se acomodaba.

—Por supuesto, eres Son Haneul.— Jiyeong asintió, y Haneul hizo lo mismo.

—Oh, ¿y quién es ella?— preguntó mirando a Sae que seguía durmiendo de manera extraña.

Jiyeong la observó, asegurándose de que no estuviera despierta.

—Hmm, es mi novia.— respondió.

Haneul frunció el ceño.

—¿Ella no es la que te trataba mal?— preguntó, mostrando fastidio.

—No hables así de ella, se disculpó y ya está en el pasado.— Jiyeong defendió a Kang, quien afortunadamente seguía durmiendo.

Son alzó las cejas pensando en ello.

—No lo sé, tal vez está mintiéndote. No me sorprendería de ella.

Jiyeong apretó los dientes, preguntándose por qué Haneul de repente decía esas cosas.

—Ah, Haneul, ¿viniste a saludarme o a criticar a mi novia?— una Yeong muy molesta defendió a Kang, quien seguía durmiendo.

—Oh, no digas eso. Solo quería aconsejarte. La gente de hoy en día es muy extraña.

—Como tú, te estás comportando de manera extraña.

—Claro que no, soy una persona realista. Sae siempre ha sido una idiota.

Jiyeong suspiró.

—Por favor, Haneul, si vas a seguir hablando mal de Saebyeok, hazlo con otra persona, no conmigo. Sé que Sae jamás haría algo para lastimarme. Ahora, déjame en paz y ve a otro asiento.— protestó.

La castaña con reflejos azules se levantó del asiento y le sonrió.

—Solo ten cuidado con la gente. Cualquier cosa, escríbeme, puedes contar conmigo. Espero tu llamada, cuando quieras podemos juntarnos.

Haneul le entregó un papelito con su número y nombre y luego se bajó del metro.

Jiyeong se quedó pensando en la confianza y seguridad que Haneul tenía, a pesar de que se conocían desde hace solo dos días. Se sentía extraño, pero luego recordó que ella misma había besado a Saebyeok después de solo dos días de conocerla.

No era lo mismo...

She ; JibyeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora