Fue irrefrenable, fuera de mí control. Él es un demente, un loco, cualquier cosa que puedas decir negativo de una persona.
Y yo soy suya.
Tengo dos meses, dos meses para ganarme su confianza y lograr escapar. Descubrir sus secretos en el proceso y...
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Atención escena +18, si no te gusta leer este tipo de escenas lee hasta donde veas esto: ♤ Y vuelve a leer a partir de donde lo vuelvas a ver.
Me encontré a mi misma refugiándome en un rincón de "mi habitación" era casi como volver al inicio, hace menos de una semana. Solo que antes no era consciente de verdaderamente lo que significaba huir, salir de aquí se traducía en volver a ser secuestrada y... que alguien le hiciera daño a Lily.
Me mecía a mi misma, no podía permitir que le hicieran daño, tengo que hacerlo bien. Solo son dos meses.
Al parecer la repentina recuperación de mi hermana tenía que ver con Nathan, él había movido influencias para que médicos especializados trataran su caso. Sin él, mi hermana estaría pasandola muy mal.
"Si me voy no cambiaré nada, irme solo sería hacerte daño Lily" Al entender esa cruda verdad me sentí completamente miserable.
- Lori, cariño ven aquí- No me volteé a voltear al psicópata que me llamaba ni me moví de mi puesto.
- Pequeña, no me obligues a ir por ti- Repitió con el mismo tono conciliador, estaba intentando ser paciente.
"Por Lily"
Me levanté lentamente y caminé hacia su dirección, por alguna razón me sentía exaltable, como si todo pudiera producir que me echara a llorar.
- Esa es mi chica- No ayudas a mi estado anímico jodido demente. Me tomó en brazos y se sentó conmigo en la cama, me tensé al estar compartiendo el mismo espacio en la cama con Nathan.
"De querer pasar todo mi tiempo contigo he pasado a querer huir de ti"
- Quiero saber unas cuantas cosas pequeña, necesito que me respondas con sinceridad. Si lo haces y te portas bien te daré una sorpresa ¿Suena bien?- Asentí para que empezara de una vez y poder salir del abrazo. Me acomodó mejor en su regazo, dejando sus manos en mis muslos, bajé mi falda tableada y junté un poco las piernas para asegurarme que no se viera nada.
- Palabras cielo- Una pequeña palmada en mi muslo llego junto con el pedido a modo de advertencia. A Nathan no le parecía molestar en absoluto que estuviera sentada en su regazo de esta manera, pero eso si, quería palabras. Loco psicópata.
- Está bien- Susurré girando mi rostro.
- Lo primero que quiero saber ¿Qué es exactamente lo que tienes cariño?- Dijo la pregunta con cuidado, intentando que no me alterara.
