♤ Capítulo 19 ♤

4.1K 201 13
                                    

Hace año y medio...

— Lo pagamos nosotros, no te preocupes por ello Ángel— Resolvió Liam, habíamos terminado de comer en un costoso café.

Después haber devorado el menú, era hora de cubrir la cuenta y cuando hablé de pagar mi parte, ellos se negaron. Ya no me sentía especialmente sorprendido por la actitud que ambos adoptaban, al principio me perdía ante sus reacciones pero poco a poco iba entendiendo como funcionan las cosas con ellos.

No solíamos salir, ellos solían venir a mi casa a ver películas o simplemente se quedaban rondando por ella mientras yo editaba, disculpándose cada vez que hacían un ruido fuerte — en su mayoría Jake era quien tenía que disculparse— yo me la pasaba bien con su compañía, como una persona acostumbrada a estar sola pero que no le gustaba la soledad, ellos con sus vidas y venidas por mi lugar de trabajo me alegraban bastante.

— Puedo pagarlo por mi cuenta— Acoté sin dar mi brazo a torcer.

Crucé las piernas en un movimiento involuntario que Jake siguió con sus ojos, me sentí algo avergonzado por ello.

Rasque el mantel de la mesa, me sentía algo ansioso, como me solía ocurrir cuando me encontraba expuesto bajo estrés o presión. Aunque no me hallara en una situación ni remotamente parecida, tenía ganas de estar en casa, no tan expuesto a las miradas de terceros.

Sin embargo, los ojos de ellos puestos en mí me producían un extraño cosquilleo para nada desagradable.

— Tú puedes invitar la próxima vez, nosotros fuimos quienes dieron la idea de reunirnos— Bufé quejándome de manera no verbal, dejando a un lado el batido.

Estaba delicioso.

Cuando iba a volver a replicar, me quedé callado al ver cómo Jake tomaba una servilleta para posteriormente limpiar las comisuras de mi boca. Me descolocó la delicadeza con la que lo hizo y la manera tan natural en la propia acción, como si fuera alguna rutina o costumbre entre nosotros.

— Listo, tenías batido en las mejillas— Sentí mis mejillas enrojecer ante la vergüenza mientras abría los ojos.

"Tierra trágame y escúpeme en Luxemburgo "

— No podemos permitir eso, aunque iríamos a buscarte a Luxemburgo sin ningún problema—

"No puede ser..."

Este par de atractivos hombres estaban coqueteándome a la vez, uno a lado del otro sin ningún tipo de vergüenza ¿Acaso se estaban burlando de mí? ¿Querían hacer algo raro conmigo y luego desaparecer sin avisar? Seguramente, y yo no estaba dispuesto a pasar por el mal trago del abandono, muchos menos por uno doble.

No hacía demasiado que les había conocido, ambos eran jóvenes promesas de los negocio, lo que no me había sorprendido en absoluto, no después de que prácticamente hayan amenazado a mi manager tras haberme gritado por quedarme dormido el día de un Fashion show.

Los hermanos a pesar de tener personalidades tan contrastantes parecían estar de acuerdo en cuanto a mí se refería ¿Cómo si no estaban probablemente intentando engañarme? Los hombres como ellos no se interesarían en un fotógrafo, sin importar que tan famoso o aclamado sea. Ya había tenido suficientes pruebas de ello, tal vez más de las necesarias y no quería agregar más personas a la lista de malas decisiones amorosas.

No era la mejor persona pensando claramente, muchas de mis ex's me habían descrito como alguien con "inestable creatividad emocional" una manera más amable de expresar que tenía el autocontrol de un niño de cinco años en cuanto a emociones fuertes se refería, por lo que era extremadamente caprichoso y, gracias a su salto a la fama en tan temprana edad, sobre exigente, alguien ansioso. Soy extremadamente consciente de todo esto, por lo que a pesar de que sus orbes parecen prometer muchas cosas, prefiero abstenerme. 

— Bueno, se los agradezco mucho— Sonreí intentando pensar como decirles que no estaba dispuesto a volver a salir con ellos. Miré mis manos sobre la mesa, distrayéndome sin remedio con la servilleta de tela doblada en forma de ave, ¿les habrán dado un curso a los camareros para saber hacerlas o lo sabían de antes? No me imagino a alguien poniendo en su curriculum "sé doblar servilletas" ¿Tal vez soy muy cerrado?

— ¿Ángel?— La voz de Liam me sacó de mis ensoñaciones, Jake parecía divertido con mi repentina distracción.

— ¿Si?— Respondí, apartando mi vista de esos hermosos especímenes morenos y altos, centrando mi atención en cualquier otra persona. Habia un chico lindo, aunque no era mi tipo, que leía un libro a pocas mesas de donde nos encontrábamos.

¿Esto es un festival de chicos lindos?

El chico recibió su café sin casi despegar la mirada de su libro, aunque pareció reparar en mi unos instantes y sonrió con gracia sin despegar la mirada de su libro.

Me sentí intrigado inmediatamente.

— ¡Ángel!— Escuché la voz de Jake llamarme con dureza y me giré de inmediato, la cara de pocos amigos de Jake me hizo mirar de inmediato hacia Liam buscando ayuda, el cual solo me devolvió una mirada fija, seria, sin el rastro de diversión que había segundos atrás.

— ¿Qué sucede?— No sé si mi pregunta fue tonta, porque Liam solo suspiró y Jake se revolvió un poco el pelo antes de negar.

"¿Qué había hecho? ¿Había dicho algo malo? ¿Les molestó cómo comía?" Me sentí mal, ya había jodido algo ¿Verdad?

Da igual, no es como si estos hombres estuvieran realmente interesados en mí. No obstante, no me gustaba sentir que las personas se enojaban conmigo.

— No tienes de qué preocuparte Ángel, pero a ser posible, preferimos que tu atención esté centrada en nosotros cuando estemos contigo— Sentí el calor llegar a mis mejillas de inmediato ante las severas palabras de Liam, precisamente había apartado la mirada para encontrar la fuerza para negarme a sus encantos.

— Lo siento, no fue intencional— Me disculpé encogiéndome en mi lugar.

Mentiroso

No fue con la intención de ignorar a los morenos, pero si para distraer mi atención de ellos.

"Me estoy haciendo un lío"

Solo pedía a Dios no ponerme a llorar por una tontería como esta. Soy una persona muy sensible, en especial cuando me generan confianza y me dan tantas atenciones, no puedo evitar la tristeza repentina que me embarga cuando hago las cosas mal.

— Sabemos que no, pequeño— Aclaró Liam volviendo a sonreirme, parecía leer en mi expresión que si no paraban de estar enojados, me pondría como un niño a llorar. Jake por su parte, compartió miradas con Liam, como comunicándose por telepatía y al final este se acercó a mí y me dio unas pequeñas palmadas en la cabeza.

— No pasa nada ¿Terminas tu batido y nos vamos a ver esa nueva serie de la que nos habías hablado? Todavía nos queda día por pasar juntos— Sonreía con sinceridad y asentí, estaba siendo débil ante los encantos de estos dos hombres, claro que lo hacía.

Pero no podía evitar sentirme tan bien con ellos.

Debía decirles que no quería volverlos a ver, que esto se había acabado, que no iban a jugar conmigo y no caería como un tonto enamorado otra vez. Les miré, Liam se acercaba a pagar la cuenta y Jake tenía su mano en mi hombro.

"Vamos, yo puedo"

— Ya terminé, podemos irnos— Soy un idiota. Ambos me sonrieron tomando sus cosas y me ofrecieron sus manos.

"Vamos rechazalos"

Tomé sus manos, sintiéndome... pequeño. Pero había algo cálido en ellos, como sentirse en casa.

Ambos son cálidos

Nathan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora