Fue irrefrenable, fuera de mí control. Él es un demente, un loco, cualquier cosa que puedas decir negativo de una persona.
Y yo soy suya.
Tengo dos meses, dos meses para ganarme su confianza y lograr escapar. Descubrir sus secretos en el proceso y...
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Nathan después de lo sucedido se había quedado conmigo a abrazarme y besarme ocasionalmente, al principio estaba completamente en shock. No entendía lo que acababa de suceder. Cuando salí de mi trance me puse a llorar sintiéndome estupida, él se volcó completamente a consolarme y decirme palabras dulces.
Tapaba mi cara roja de la verguenza.
— Shhh... Tranquila pequeña ¿Te duele algo? Oh no, no es eso. Dime que no te hice daño linda— Estaba apunto de revisarme cuando le indiqué que no me dolía entre sollozos.
— Está bien, mi bebé solo está avergonzada. No pasa nada, cielo. No tienes que estarlo, eres la cosa más hermosa que he visto— Dió muchos besos en mi cara, sin soltarme. Me abrazaba y me susurraba lo hermosa que era y lo bien que había estado.
Odiaba que no me molestaran sus palabras bonitas o sus abrazos, ni siquiera su cercanía. Después de todo me había pasado este último año gustando de él.
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Las clases habían transcurrido con normalidad hasta este momento, que a la vez que me generaba tensión también una emoción desmedida.
Clase de ética.
No era precisamente porque el profesor fuera especialmente entusiasta (Que lo era) Tampoco por los apasionantes temas que venían sobre lo que se podría considerar correcto o moral, mucho menos por los grandes textos que nos veíamos obligados a estudiar sobre la materia. La razón de mi entusiasmo al estudiar ética era él.
Nathan.
Un prodigio, supongo que algunas personas nacen para ejercer una profesión, y Nathan seguro había nacido para ejercer de abogado.
Sin saberlo había desarrollado atracción hacia él, mezclada con la admiración que sentía.
Tomé asiento en cuarta fila sacando mi laptop mientras escuchaba a todos mis compañeros llegar lentamente a esa clase. Eran de muchas carreras diferentes donde esta clase era opcional, al contrario para medicina se consideraba una clase crucial y obligatoria.
