♤ Capítulo 22 ♤

3.4K 194 33
                                    

"El inicio del fin. Después de la pérdida, la memoria necesita un descanso"

NATHAN

Tenía que estar loco, completamente chalado, no podía ser real lo que estaba pasando por mi cabeza justo ahora. Esto era una mala broma, un chiste de mal gusto, tal vez tantos años ajeno a todo provocó en mí un frenesí por esa chica.

Tiré las fotografías sin importarme donde fueran a parar, necesitaba que el aire llegara a mi cerebro, no podía estar ocurriendo esto. Tomé profundas respiraciones intentando calmar los latidos acelerados de mi corazón.

— Esperaba que fueras un poco más inteligente— La voz melódica de mi hermana me despertó de mi ensimismamiento, su pequeña figura se encontraba desparramada en mi cama. Ignoro su comentario devolviendo mi vista a las fotografías, a lo que ella miró de reojo una que había quedado encima de la cama— No creí que sería ella con quien te obsesionarías... Hermanito, primera vez que te enamoras con casi veinte años— Él tono burlón no me pasó desapercibido, analicé sus palabras y tomé algunas de las fotos de nuevo ¿yo obsesionado? Imposible.

— ¿Qué quieres?— Si mi traviesa hermanita estaba en mi habitación es porque usaría ese ingenio suyo para conseguir algo de mí.

— Ella es mi ídolo y tal vez, si espabilas un poco, tu futura novia. Quiero que uses ese cerebro para algo más que para contestar exámenes y pienses cómo harás para que ella esté contigo— Sus palabras no me sorprendieron especialmente, éramos hermanos, pensamientos parecidos e ideales similares.

La vi estirarse peresozamente en la cama, lo más probable es que se haya pasado el día viendo modelos y haciendo álbums con sus favoritas, recortando y analizando a las nuevas promesas e insultando a las "Nepo Babys"

Para ser una genio, era un caso perdido.

Mi hermana se incorporó y se paseó por mi habitación, acomodando cuadros y cosas del escritorio, tomando en sus manos las fotografías que todavía se encontraban desperdigadas y entregandomelas, haciendo por primera vez contacto visual conmigo.

Sue pelo negro y ojos grises me recibieron con una seriedad impropia de ella, probablemente estaba encaprichada con su idola y veía oportunidad de adorarla más de cerca si yo estaba con ella. La sola idea de alguien más viendo a la pequeña modelo me molestó más de lo que pude imaginar, eso no iba a ocurrir.

— Ya era hora de que hicieras uso del órgano que late en tu pecho, espero que logres tu cometido y que puedas disfrutar de tu perversión con ella— Comentó con ligereza, pero ahora que tenía clara sus intenciones, no le pondría fácil arrebatarme la atención de la fémina de las imágenes.

La miré sin decir nada, devolviendo mi atención a la chica de las fotografías ¿Era posible que una chiquilla estuviera metiéndose tan hondo en mí?

— No pienso hacer nada— Mentí, porque en ese momento mi cabeza ya estaba haciendo cálculos de algo que probablemente terminaría pasando. Mi hermana volvió a su actitud de picardía, sonriendome como quien está jugando al gato y al ratón, ella ahora mismo cree ser el gato.

— Ambos sabemos que no es así— Salió de la habitación sin perder más tiempo. Me quedé solo, pensando.

Pensando en un plan.

Nathan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora