Eran las 10.am.
El cielo estaba despejado solo pequeñas nubes lo adornaban de manera leve mientras una suave brisa soplaba de manera exquisita.
Seungmin inhalo hondo posando se una amplia sonrisa en sus labios, era un perfecto día para poder conseguir trabajo. Necesitaba pagar sus gastos, había aprovechado la oferta que su madre le habían dado, solo tendría que darle clases particulares a un niño pequeño, aun con sus 18 años era bastante listo para tener aquella clase de trabajos nada complicados.
Pero vamos, ¿que tan difícil es enseñarle algunas cosas a un niño pequeño de 8 o 9 años?
Se encaminó llevando el papel de la dirección de cuya casa sería donde daría sus clases, no le tomó mucho tiempo llegar al hogar, el camino no era tan complicado.
Se topo con un gran portón metálico, suponiendo que aquella era la entrada toco varias veces el gran portón esperando a la vez a que alguien saliera.Y así fue, una señora un tanto mayor salió por una pequeña puerta que estaba antes, con una reverencia se acercó a la mayor quien le dio una dulce sonrisa.
- Buenas días, estoy aquí para dar clases. ¿Esta es la casa de los Hwang?
Pregunto con un dulce tono acercando le el pedazo de hoja a la señora quien lo observaba, dándose cuenta como la mujer le había dado un vistazo de cuerpo completo haciendo lo sentir un tanto incómodo y avergonzado. Puede por que se haya puesto un atuendo tan ridículo.
Cargaba una sudadera azul con estampados de nubes con un pequeño sol sonriente en su lado izquierdo de la manga, unos pans blancos con botines negros y amarillo, y sus anteojos redondos.
¿Debió de ponerme algo más elegante?
La casa parecía de clase alta, y de cierta forma el venía vestido así para darle más confianza al pequeño niño.
- Kim seungmin, ¿verdad?
- s-si señorita.
La mujer asintió dejando pasar al menor quien dio otra reverencia antes de adentrarse, observado el patio principal. Varios arbustos, flores y un amplio camino libre era lo que adornaba la entrada de la vivienda, era agradable a la vista. Más relajado siguió a la mujer mayor hacía dentro de la casa.
- Mira pequeño, está es la habitación donde darás las clases, mi Nieto vendrá en poco.
Exclamó la dama con suavidad antes de marcharse dejando a un seungmin algo confundido, no sabía si entrar o irse, algo le daba mala espina, no había visto a nadie más que a la que parecía ser la abuela.
¿Era una gran casa donde solo vivían ambos?
Suspiro entrando a la habitación, lo primero que atrapó su atención fue la pequeña butaca.
La habitación tenía colores suaves y estaba adornada algo infantil, lo cual le parecía agradable y tierno. Pues pensaba que al chico le podrían gustar aquellas clases de cosas al igual que el.
Se acercó al escritorio dejando sus cosas sobre la mesa para progresar a sacar varios libros de texto cuando logró escuchar la puerta ser abierta, se dio la vuelta logrando ver a un chico de unos 13 o 14 años, quedando aturdido en el momento.- Buenas días pequeño~
Soltó amable con una suave sonrisa pero el menor ni lo había volteado a ver, fue directo a su asiento ignorando su saludo matutino de lo que parecía ser su maestro, seungmin no le resto importación y procedió a comenzar su clase.
- Bueno, soy Kim seungmin y seré tu asesor.
Tomó unos libros para acercarse al menor quien lo observaba en silencio desde su lugar, sonrió amable dejando los libros sobre la mesa del menor esperado una respuesta sin borrar su sonrisa en ningún momento.
- Se quien eres.
Los ojos se le iluminaron, el menor tenía un rostro angelical, parecía ser algo tímido y reservado pero eso no le quitaba lindo que era.
- me alegra mu-
- ¿Cuantos años tienes? ¿Eres una chica? ¿Por vistes tan animadamente? me das diabetes, pareces un oso de peluche. Aparte luces como un niño pequeño. - reclamo el menor cerrando sus ojos al fingir que se los lastimaba. - al final de todo no durarás mucho por acá..
Soltó el más pequeño de la nada, haciendo alterar un poco a seungmin, claro que el castaño se esperaba un "Buenos días profe" "me gusta su vestimenta" "que amable" pero al ser atacado con demasiada preguntas quedo sorprendido.
- Este.. tengo 18. No, no soy una chica, soy un niño. Me gusta vestir así, cada quien tiene diferentes gustos de vestimenta, no soy un niño pequeño, y me quedaré el tiempo que sea necesario, pequeño.
Habló cruzándose de brazos mirando desde arriba al menor, quien lo observo y soltó una risa burlona, el semblante de seungmin cambio ¿se estaba burlando de el?.
Estaba apuntó de jalarle la mejilla la pelinegro pero tenía que concentrarse a lo que venía, respirando hondo caminado hacia su escritorio.
- dime tu nombre. - habló tomando un libro sin voltear a verlo.
- tks, soy Hwang hyunjin, tengo 16 años, y no te necesito. -Soltó rápido y algo serio.
- claro, claro. Señorito Hwang, pero acá soy tu maestro, soy mayor y estoy a tu cuidado estas 9 horas. Así que por ende tienes que cooperar.
Habló firme ignorando el gruñido del más pequeño, hyunjin parecía que soltaría humo en cualquier momento.
Lo cual le causaba bastante gracias.- Mm. ¿No crees que es sorprendente que un niño de 16 años, necesito de la enseñanza de alguien de 18?, Literalmente son dos años de diferencia. Y por ello debes de respetarme, soy tu hyung. ¿Okey?
Aquellas fueron las últimas palabras del castaño antes de empezar su clase, pues si no tendría una buena amistad con su único estudiante tampoco se dejaría humillar tan fácilmente.
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Mientras Nadie Nos Vea.
FanfictionDónde un pequeño juego entre seungmin y su alumno se sale de control. . . - No podemos hacer esto. ¿Que pasa si alguien nos ve? - soltó acomodando sus propias prendas que hace unos minutos habían sido desacomodadas. - Quieres decir que mientras no...