cap 4

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- Quieres decir, ¿que mientras no nos miren todo estará bien?

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Era inevitable no pensar en aquellas palabras del menor, eran las 2am y seungmin aún no lograba dormir.
Lo que había pasado seguía atormentando lo, de cierta manera tenía miedo de ir a dar su clase, aún tenía la viva imagen de hyunjin sentado en el sespet con una erección en sus pantalones. Sabía que dolían si no eran tratadas, y hyunjin se había quedado con una.

Pensar en ello logro poner nervioso al castaño, sus palabras había conjugado mal en aquella ocasión y ahora había un malentendido, simplemente tenía miedo y vergüenza.
Pues la relación entre ambos jamás fue buena, en ocasiones reían pero se llevaban bastante pesado, ni siquiera sabía si le caía bien a hyunjin.

¿Que fue lo que pasó entonces?

Suspiro algo cansado, volviendo a recostarse sobre la cama para intentar dormir un poco.

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Había transcurrido una semana desde lo sucedido, el primer día todo había sido tan incómodo que seungmin había terminado las clases antes. Pero después de ello hyunjin llevo la situación, de algún forma lograba actuar como si nada hubiera pasado, con normalidad y aún actuando como un niño mimado.
Por lo tanto seungmin trataría de llevar todo de igual forma.

No sería solo el quien se quebrara la cabeza en una situación así, era el mayor y debía comportarse como uno.

- Tomemos un descansado. - hablo bajo dejando el libro de texto sobre el escritorio para así sacar su lonchera de su mochila. - Hyunjin, comerás conm-

Antes de terminar con lo que diría observó como el menor nego suavemente mientras salía de la habitación de clases, lo cual lo preocupo un poco.
Hyunjin hacía como si no hubiera pasado nada, pero también seguía evitando al castaño todo el tiempo, eso era realmente malo.
Seungmin suspiro pesado dejando caer su peso sobre su asiento algo cansado, un dolor en su pecho crecía y no entendía el por qué. Estaba tan acostumbrado a su comportamiento desde el primer día que había comenzando en este trabajo, pero de cierta forma ambos ya compartían una amistad un tanto rara, que el hecho de ser evitado le hacía daño.

Los minutos pasaron, seungmin ya había termino de comer sus bolas de arroz y pescado, ahora solo esperaba a que el menor regresará para poder seguir con la clase. Arreglaba el aula y las cosas que estaba algo fuera de lugar, pues tenía el presentimiento de que hyunjin volvería a llegar tarde, así que para matar el tiempo se dedicó a limpiar la habitación.
Recogiendo los libros y las bolas de papel tiradas, camino al otro extremo de la habitación cercas del casillero.

Una fugaz imagen de cuando ambos estuvieron dentro paso por tu cabeza, haciéndolo sonrojar hasta el cuello.
Estaba loco, como se ponía pensar eso.

Nego rápidamente inclinandose para recojer otros libros y ponerlos en la estantería, el sonido de la puerta ser abierta le hizo saber que el menor ya había regresado.

- Hyunjin, me puedes ayudar a subir estos arriba.. Es que está algo alto. - murmuró observándolo sobre su hombro. El menor estaba sentando en sobre el escritorio con su celular en mano, parecía como si ni siquiera lo había escuchado hablar.

El rostro de seungmin cambio nuevamente, no le estaba gustando esto, tenía que arreglarlo. No podían estar así todo el tiempo, dejo las cosas sobre una estantería más pequeña a lo cual así pudo ir a donde el menor estaba.
Detuvo sus pasos al ya estar de enfrente, tenía algo de miedo y necesidad.

- Hyunjin.. ¿Podemos hablar un momento? - pregunto observando al menor, quien seguía con su celular. - ¿Hyunjin?

Volvió a llamar pero este ni se movía, por ello optó por llevar un dedo al botón de apagado, logrando así apagar el teléfono del pelinegro. Ganadose un quejido y un movimiento en falso que logro asustarlo, tuvo el presentimiento de que sería golpeado al verlo levantar la mano, pero el golpe jamás llego.

- ¿Que quieres? - pregunto de mala gana, ni siquiera lo estaba mirando, solo observaba aquella ventana que estaba en la habitación.

- ¿Estás enojado conmigo? - pregunto algo bajo pero audible mientras picaba con su dedo la pierna del menor para que esté lo mirara, pero no lo logro. - Es que tú sigues evitando me..

El hablar de seungmin seguían siendo bajo que apenas se podía escuchar, está vez hyunjin si lo volteo a ver. No entendía como el siendo el mayor podía verse tan pequeño ante aquella forma, sentía que se podía aprovechar se de la situación.

- Tu, te lo mereces. - Hablo sin quitarle los ojos de encima, su mirada era tan fría que hacía darle escalofrío al cuerpo de seungmin. - Eres mi maestro pero no me ayudas del todo.. ¿que no que los profes están para ayudar en lo que sea a sus alumnos?

Aquello dejaba pensando a seungmin, de cierta forma era verdad, para eso también estaba acá. Para ayudarlo y lograr que enfrentará al mundo, Asintió rápidamente mientras observaba al pelinegro.

- Tienes razón.. Si tienes alguna duda o molestia sabes que aquí estaré, para eso estoy acá. - hablo con una sonrisa, sonriendo aún más al ver al menor sonreír también.

- Mmh, eso es verdad. - observó de arriba hacia abajo a su maestro, quien aún tenía una sonrisa algo resplandeciente en su rostro. - Entonces profe. Agáchate y chúpamela.

Poco a poco el semblante de seungmin cambio otra vez, ahora a uno más confundido. ¿Chuparla?
Dejo caer su mirada hacia abajo, quedando en la entrepierna de hyunjin dónde el dedo del menor apuntaba con sutileza.

- Por tu culpa tuve una erección, y no la trataste. ¿Sabes lo doloroso que es eso? - Hablo seco y firme, llevando una rápida mano hacia la nuca de seungmin la cual apretó y la llevo hacia su rostro. - Dame algo de atención en ese lugar. Rápido..

Exclamó empujando a seungmin hacía abajo, haciendo que las piernas del mayor fallaran y cayera de rodillas al suelo. Hyunjin aún sostenía su nuca y abría sus piernas empujando al castaño hasta estar más cercas y entre sus piernas.

Seungmin no terminaba de asimilar todo, sentía su cabeza ser empuja aún más hacía aquella zona, desde abajo observó a hyunjin con una sonrisa algo malvada.

Maldición.

Maldigo interno, pues eso le excitaba. Lo sabía, estaba mal, pero simplemente reaccionaba. Por alguna razón le gustaba aquella faceta de hyunjin, el tirón de su cabello hizo temblar todo el cuerpo del mayor, quien jadeo por ello.

- Que esperas, no quieres que la abuela nos atrapé, ¿Verdad.


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Mientras Nadie Nos Vea.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora