Todo estaba tan oscuro, podía sentir una suave brisa que despeinada su cabello mientras al fondo pasos sigilosos se desplazaban de un lado a otro.
Se sentía tan bien, parecía como si estuviera durmiendo entre nubes, grandes nubes tan suaves y frescas.¿Durmiendo?
Pego un brinco soltado un quejido ante el dolor en su espalda, sobre saltando al menor quien hacía a unos metros detrás de el haciendo que pegará un gritito antes de soltar el vaso de agua fría.
El ruido del vidrio romperse se escuchó en la habitación, seungmin se giró un poco observando a un hyunjin algo asustado a la distancia.
— Pe-pero... ¿Por qué haces así? — Susurro el pelinegro acercándose al más bajo con rapidez subiéndose a la cama rápidamente sin hacer mucho movimiento para no lastimar a su profesor. — ¿Te duele mucho? Dios..
Seungmin observaba atento el como hyunjin había llegado hasta ponerse detrás suyo, estaba tocándole la espalda con suavidad, dejándole pequeños masajes en esta sin mucha fuerza.
Apenas se había dado cuenta que ya hacía vestido con una pijama, claramente no era de el, era algo grande y se veía costosa.
— ¿Cuánto tiempo llevo dormido? — Pregunto apretado con sus manos la fina tela que cubría su débil cuerpo.
— Creo que ya van alrededor de dos horas, desde que la abuela vino. — Informó entre risas sujetando con ambas manos la cadera del castaño, introduciendo estás por dentro de la pijama antes de apretar sin mucha fuerza. — No te preocupes mucho, observé que salió hace unos minutos. Parecía enojada, de seguro yeji hizo algo malo otra vez.
— ¿Yeji?
—Si, es mi prima. Verás, ella tiene que comprometerse debido a que de parte de su padre será la heredera de su fortuna.— Siguió apretando con calma la tensa cintura del más bajo, antes de sonreír. — Es gracioso, ya que a ella no le gusta sentirse atada. Piensa que solo es una perdida de tiempo, el conocer personas. Entonces huye o termina haciendo que las demás personas la odien... Me parecía a ella de cierta forma.
Seungmin suspiro ante ello, quedando ahora sorprendido ante las palabras que había salido del menor. Era muy claro que antes hyunjin era un niño rebelde y sin corazón, comprendía muy bien eso.
—Yo creo que solo debe de encontrar alguien que le quite todas las preocupaciones, y le haga dejar de pensar de esa forma.. — informo el castaño antes de estirar todo su cuerpo dejando caer su peso contra el cuerpo de hyunjin.
El más alto sonrió enternecido subiendo ambas manos hasta dejarlas posadas en la cintura de seungmin, para así lograr girarlo un poco y dejarle un beso cálido sobre sus mejillas.
— Así, como me pasó contigo. — dejo otro beso cortó y sonoro sobre los labios del castaño quien aún así medio dormido, notando como el rostro dónde antes había besado comenzaba a calentarse. Brotando un claro sonrojó.
Hyunjin soltó una risa por aquella reacción tan linda, tomo en su lugar las manos ajenas y reposo su frente contra la de seungmin.
— Deja de ser tan lindo, vas a hacer que me dé un paro cardíaco.
Observo como los ojos del pelinegro se cerraban con lentitud, como su respiración calmada pegaba junto con la suya, y el como sus manos estaban llenandose de calidez por el tacto de las más grandes.
— En realidad, tu eres el lindo aquí. Es como.. si la oruga se fuera convertido en mariposa.
Hyunjin comprendió bien lo que su tutor trato de decir, volviendo a reír por ello siendo acompañado por la risa contraria.
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Mientras Nadie Nos Vea.
FanfictionDónde un pequeño juego entre seungmin y su alumno se sale de control. . . - No podemos hacer esto. ¿Que pasa si alguien nos ve? - soltó acomodando sus propias prendas que hace unos minutos habían sido desacomodadas. - Quieres decir que mientras no...