Mientras Nadie Nos Vea.

cap 7

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Seungmin se encontraba ahora caminando por los pasillos de la universidad, cansado y agotado al haber terminado uno de sus exámenes. El pensar que pronto tendría más lo irritada muchísimo, sus pies le pesaban con cada paso que daban solo quería tirarse y descansar todo el resto de su vida.

En el trascurso del día fue igual, yendo de exámen tras exámen, no tenía que preocuparse muchísimo por ello, había estudiado lo suficiente cada noche de la semana para los exámenes pendientes, pero eso de alguna forma le estaba afectando bastante el día de hoy. En especial por la sensación de los labios de hyunjin en su nuca, el cosquilleo seguía y eso era bastante molesto para el, si no lograba sacar buenas notas terminaría por cortarle todo el cabello de su querido estudiante.

Apretó sus manos encaminadose a otra de sus clases, sus pasos eran débiles y se tambaleaba constante. Le afectaba bastantes el no tener amigos, seguro que con un par o solo uno su vida universitaria cambiaría a una mejor. Pero le era difícil, solo tenía tiempo para estudiar y dar sus clases que el hecho de tener un amigo nunca lo había pensado bien hasta ahora.

Espera, hyunjin era su amigo, ¿Verdad?

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El castaño suspiraba cansado yendo a la casa de hwang, hoy no tenía planeado dar clases solo dejarle unos apuntes a hyunjin y recoger otros para ver cómo le había ido, con demasiado cositas en su cabeza logro hacer que está le doliera por el estrés. Chillando por ello sacando las llaves y abrió la puerta topandose con la señora quien se acercaba  a su dirección con otras más personas que no conocía y que jamás había visto en todo este tiempo.

Su cuerpo tembló asustado, mentiría si dijera que no había pensado lo peor en ese momento, su aliento se fue al tener a la dueña de la casa enfrente de el quien le sonrió, una sonrisa que hizo jadear a seungmin.

— Buenas tardes muchachito, veo que ya llegas. — seungmin Asintió sonriendo nervioso por la voz baja de la anciana.

— Si, hoy tenía unos asuntos en la universidad por ello he llegado algo tarde..

— vaya, eres un muchachito muy responsable, Kim seungmin. — la mujer le volvió a sonreír tomando así la mano del menor y darle pequeñas palmadas en esta. — Debes de estar muy cansado, prepare comida. Solo dile a las chicas del aseó que te lo calienten, saldré a comprar los medicamentos de hyunjin así que por favor cuida de el, ¿Si?

El castaño sonrió tras ello, brindándole confianza a la señora quien agradeció contenta y salió de la casa junto a todos aquellos hombres que la acompañaba.

Seungmin suspiro cansado, pasando el pateo principal y llegar a la casa donde su estudiante lo esperaba recargado contra una de las paredes. Le dió una rápida mirada sonriéndole antes de dejarse caer contra el pecho del menor quien por inercia lo rodeo con sus brazos.

— ¿Estás bien?, Te siento algo tenso. — hyunjin masajeo la espalda de su profesor brindándole más tranquilidad al molido cuerpo ajeno quien se movía inconsciente con cada toque.— Mmh, pareces gelatina.

— yaa!, No me molestes ando tan casando.— Regaño restregando su rostro contra el pecho de hyunjin soltando uno que otro quejido por los dedos que seguían masajeando su espalda. — Niño malcriado..

— Vamos a adentró.

Seungmin se alejo un poco intentando mirar al menor tras escuchar sus palabras pero un fuerte y rápido movimiento lo callo y nublo.
Los brazos de seungmin terminaron rodeando los hombros de hyunjin al no sentir que sus pies tocaran el suelo, y unos brazos lo sujetarán de la parte baja de sus piernas.

Hyunjin lo estaba cargando.

Si no fuera por el hecho de que estaba cansado fuera pataleado como animal para que lo bajará pero de cierta forma no tenía la suficiente fuerza para hacerlo y agradecida por qué sus pies ya no cargarán su peso, se dejó llevar sintiendo tranquilidad. Observaba sobre el hombro de hyunjin, la sala de aquella casa, la cual pasaron en pocos segundos pues si no se detendría en la sala sabía dónde tenía planeado el menor ir, tras ello el más bajo rodeo con sus piernas en las caderas del pelinegro quien lo alzó un poco más para que no se cayera o se resbalara.

Ni uno decía ninguna palabra, el "click" de la puerta abrir se escuchó por los pasillos, y un hyunjin que lo cargaba como un bebé entro a la habitación con el en brazos.

— Sabes que es un delito aprovecharse de las personas débiles. — Las carcajadas del menor resonaron por toda la habitación, estrujando las piernas de seungmin el cual pego un brinco aún en sus brazos.

— No soy un pervertido

— ¿Seguro?

—Mmh, no responderé eso. —
Susurró sentandose en la cama recargado su espalda contra el respaldé de esta, haciendo que seungmin quedará sentado en su regazo mientras su mano seguía masajeando la espalda de Kim con suavidad. — Descansa un poco.

El murmullo apenas se había escuchado, seungmin lo observó por un rato. Los ojos del menor estaba cerrados pero sabía que seguía despierto por los masajes en su espalda, una sonrisa algo boba estaba en sus labios haciendo que el también sonriera.
El dedo sigiloso de seungmin fue hasta la nariz del más alto, picando un poco está y recorriendo con su dedo el puente.

— Pero aún no has comido.

— Comeré después. — Exclamó dejándose caer de costado en la cama junto con seungmin, a quien rodeo con sus brazos y lo pego a su pecho. — Por el momento duerme, después comemos algo. ¿Si?

Seungmin soltó una risa baja, dejándose abrazar.
Cómo le era posible no sentir la calidez y ternura estando de aquella forma, hyunjin podía ser un idiota pero también un lindo.

— Hyunjin..

— No digas nada, solo descansa. Lo has hecho bien, lo has hecho muy bien. — Susurró calmado y tranquilo, causándole escalofríos y calidez al cuerpo de seungmin. — Te has esforzado mucho, ahora te toca descansar pequeño profesor.

Analizó bien sus palabras, sabía a lo que se refería. El castaño suspiro nostálgico sintiendo sus ojos humedecer y hacerse bolita junto el cuerpo contrario.
Hyunjin por su parte pudo sentir el comportamiento de su maestro sonriendo por ello dejo más palmaditas en su espalda y una que otra caricia.

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