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Hace tres años.— Kim, ven acá. — hablo la mujer al ver que el menor ya estaba listo para irse a casa.
Ya había pasado meses de su llegada, había notado el como tenía una gran paciencia y eso lo agradecía muchísimo pues muchos no lo tenían.
El menor se acercó a la dama algo asustado pero sin borrar aquella sonrisa amable en su rostro en ningún momento.
— ¿Paso algo? — pregunto suave al ya estar frente a ella.
— Como vez, el es un niño algo complicado, ¿No?
— Bueno si.. Pero es controlable.
La mujer observo la grande sonrisa del chico, era delgado, bajo y obviamente de baja clase. No sabía muy bien el como había dejado que un joven tan corriente entrara a su casa, pero el analizar bien su estudio y capacidad era lo único que le había convencido.
No llevaba mucho tiempo desde que vio que ambos se llevaban algo mal, pero aún así Kim se mantenía firme y enfrentaba al más joven.. Era obvio que se iba a hacer cercanos.— Sabes que vas a hacer aquí. ¿Verdad seungmin?
Un escalofrío recorrió todo el cuerpo del nombrado, antes de asentir con algo dudoso.
— Si. Enseñar, comprender y explicar. Ser mensajero, ayudar, analizar y ser un buen profesor.
La mujer asintió ante cada palabra que salía de los labios ajenos.
— Exacto.. por lo tanto, no tienes derecho de acercarte con otras intenciones a mi nieto.
— Hyunjin es lo único heredero de los hwang que queda, el será con el tiempo un gran ceo de la empresa familiar. Y por lo tanto no puede ser visto con alguien como tú. Tu única obligación es enseñarle, ayudar, explicar y entregar sus trabajos.
— Y-yo... no entiendo.
La mujer dió un paso hacia enfrente acercándose al más joven.
— Hyunjin no se lleva bien con profesores adultos, muy bien le puedo pagar un buen tutor.. alguien de alta clase, pero necesita a alguien de su edad. Ahí es donde entras tu.
El menor no lo comprendía bien el hablar de la mujer había sido tan rápido, en ningún momento dejo de verlo a los ojos. El temor lo había consumido de pies a cabeza, solo lograba escuchar vagamente su hablar.
— Debes de saber cuál es tu lugar.. solo eres un maestro, nada más. no un amigo, ni nada más.— dió otro paso quedando más cercas del castaño, a quien observo firmemente. — no quiero saber que me has desobedecido.. Tengo mucho poder y creeme no sabes de lo que soy capaz..
Tras ello le dió otra rápida mirada de pies a cabeza, rechinando sus dientes antes de irse y dejar a un seungmin algo traumatizado.
— Ah, envíale un saludo a tu madre de mi parte.. es una señora muy amable. — soltó entre risas antes de alejarse por los largos pasillos de la casa.
Si, estaba en lo correcto. Algo estaba muy mal.
Presente
Seungmin pego un brinco al sentir que su respiración se había cortado, tosió una y otra vez al inclinarse hacía enfrente para no ahogarse.
Llevaba bastante tiempo viendo películas en el sofá, de seguro se había quedado dormido, pero.. no comprendía el por qué revivir aquel recuerdo, muy en el fondo sabía que todo estaba mal. Y puede que el traer de regreso aquella información del pasado era para hacerlo caer en cuenta.
Se había dejado influir por los buenos tratos tan ágiles de hyunjin, el fue rápido. Se dejó caer y manipular tan fácilmente que ni siquiera lo noto, tenía tanto en juego, su carrera, su vida, su madre.
Ni siquiera podía renunciar, eso acabaría una vez que hyunjin cumpliera los 19, pero aún así no quería alejarse de él.
Estaba mal, se sentía atado, enrollado y comprimido por todo.Lo único que tenía que hacer era ser un buen profesor, ayudarlo pero no pasar de ese límite, solo con cosas escolares y trabajos, nadamás.
Pero se fue, se desvío del camino y termino compartiendo sentimientos, sensaciones, afecto, cariño y amor. Todo eso lo llevo a acostarse con su alumno, no podía sacar de su mente el que habían tenido sexo.
En su casa, y su abuela habría podido entrar si hyunjin no le fuera dicho que no pasará, todo se habría desvanecido tan rápido.Al final de todo, el era poco comparado con el pelinegro.
Pero aún así, aún así..
Quería quedarse, quería ser más y tenerlo a su lado. Ayudarlo, cuidarlo y comprenderlo.
Quería sus mimos, su cariño y sus caricias.
Quería tantas cosas que el mismo sabía que no podía tener.
Estás tan jodido Kim seungmin.
Se reclamo antes de ponerse de pie y apagar la televisión, ni siquiera se limito a limpiar el desastre que había. Fue directo a su habitación dispuesto a tirarse sobre su cama y sumergirse de nuevo en sus sueños.
Talvez, talvez solo así se podría alejar se la realidad.
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Mientras Nadie Nos Vea.
FanfictionDónde un pequeño juego entre seungmin y su alumno se sale de control. . . - No podemos hacer esto. ¿Que pasa si alguien nos ve? - soltó acomodando sus propias prendas que hace unos minutos habían sido desacomodadas. - Quieres decir que mientras no...