cap 17

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- ¿Amor?

La voz de la mujer sonó por el otro lado de la puerta, haciendo que el castaño pegará un salto en la cama por el susto.

Suspiro agotado, llevándose ambas manos a su cabeza, despeinando sus cabellos al tener que ser despertado una vez más.

- Minnie, cariño. Compré pollo frito, sal. ¿Si?

tras ello accedió puesto que el tono de su madre estaba cargada de preocupación, desde el fin de semana se había mantenido solo, encerrado y sin salir ni para comer. Sabía que a este punto su salud iba a ir muy mal, pero simplemente no podía dejar de pensar una y otra vez sobre lo sucedido, en tan solo un día sería el cumpleaños de hyunjin.

No sabía si ir o no, si no fuera probablemente ambos pudieran estar juntos como lo han estado haciendo, pero el pelinegro se enojaría y estaría decepcionado de que no estuviera ese día con el. Por otro lado, si es que tomara la decisión de ir a presentar se en la fiesta, la abuela de hyunjin rápidamente se iba a crear una idea haciendo que ambos quedaran vulnerables y seungmin en una bolsa negra bajo un puente.

Pego un grito frustrado antes de despeinarse bruscamente sus castaños cabellos mientras salía de su cuarto.
Necesitaba urgente un baño para poder mojarse el rostro y despejar un poco su mente de tanto pensar.

Con pisadas fuertes llegó al lavabo, abriendo el grifo para así tomar agua fría y echarse la en el rostro, podía verse en el espejo lo demacrado que estaba.
Solo se la había pasado llorando, sobre pensando los problemas que tendría, el lamentarse por no responder las llamadas de hyunjin, y el sentirse miserable por no hablar con su madre últimamente.
Soltó un suspiro nuevamente, saliendo con el rostro húmedo hasta la cocina esperando a ver a su querida madre en ese lugar, cosa que si lo logro. Puesto que su mamá estaba sentada comiendo se una pierna de pollo, quien al ver el rostro de su lindo hijo se levantó aún con la comida entre sus mejillas.

Seungmin soltó una risa nasal por la acción de la mujer, podía observar el como tomaba una toalla y se dirigía hasta donde estaba el para empezar a secar su rostro.

- Cariño, te vas a resfriar si no te secas bien. - murmullo la mujer antes de termine secar cada pequeña gota del rostro ajeno.

Por dentro podía sentir el como fue tan cruel, tenía un linda madre quien la esperaba para comer, darle los buenos días, las tardes y las noches, quien lo cuidaba y lo amaba.

Y el como se lo pagaba?
Escondiéndose en su cuarto privando todo tipo de ayuda.

enserio tenía que ser tan cruel?

No, no lo tenía.

Seungmin paso sus brazos a los costados de su mamá, abrazándola en el proceso. Tenía demasiadas ganas de llorar, tenía tantas cosas en su cabeza con que lidiar y ahora lo que más quería era recibir uno de los confortables abrazos de su querida madre.

Cosa que si paso a tan solo unos segundos, aquel cálido abrazo había calmado el débil y cansado corazón del castaño.

Ya no quería sentirse miserable, tenía que ser fuerte. No dejaría que por su debilidad emocional personas como hyunjin, que si, puede ser un niño mimado, controlador, consentido al igual que dramático. Eso no quitaría que también era lindo, amable, cariñoso y muy especial.

Por un carajo, lo extrañaba bastante. Sentía su corazón pensado cada vez que por su mente pasaban las vividas imágenes de el con el pelinegro, no tardó mucho en que las lágrimas volvieran a salir de sus hinchados ojos. Las suaves manos de la mujer fueron hasta la espalda de su hijo, dejándole pequeños golpecitos en esta.

- no se muy bien lo que esté pasando en este momento contigo, mi niño. Pero sabes que cuando estás hasta el fondo del agujero.. - llevo sus manos hacía el rostro del castaño para poder acunarlo en estas. - solo queda subir.

La madre dejo un sonoro beso sobre la mejilla de su hijo, limpiando con la yema de sus dedos las lágrimas que recorrían las mejillas del más pequeño.

Seungmin asintió con una sonrisa débil, regresando le el beso a su mamá antes abrazarla por última vez.

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Ya estaba decidido, el día anterior había pasado limpiando el desastre en el que el solo se había metido, tomando una larga ducha y el hablar con su madre de su pequeño-gran secreto llamada, "hwang hyunjin"

Muy bien ella fue el impulso que el necesitaba, no se quedaría ahogándose en su habitación. No sabía aún como lo haría, pero iba a pelear con puños y piedras para poder quedarse con hyunjin, de alguna o otra forma lo lograría. Lo sabía.

Había tomado una larga ducha, hoy día cumplía años hyunjin, y muy bien salía que lo estaría esperando, obviamente tendría muchas preguntas por no responder sus llamadas, ni sus mensajes. Pero eso no importaba por el momento, necesitaba verlo, abrazarlo y besarlo.
No le importaba lo que podría pasar con la abuela del pelinegro, eso lo agregaría después. No ahora, no le importa en lo absoluto.

Termino por colocarse su suéter negro, y sus zapatos, tomando su celular rápidamente para así salir lo más rápido que podía de su casa.

Sabía bien que la casa de hyunjin estaba lejos, tenía que tomar varios buses para llegar, se la había pasado todo el día en planear un plan para poder infiltrarse en la fiesta sin ser visto. La noche ya había caído hace media hora y el solo podía correr mientras trataba de marcar el número del pelinegro, pero este cada vez lo mandaba a buzón.

- ¡Agh!... Por qué ahora hyunjin!. - grito frustrado sin parar de correr en ningún momento.

Mientras Nadie Nos Vea.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora