cap 22

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-conozco un lugar muy bueno, y se que te gustara, mi bonito Minnie.- Exclamó contento mientras seguía conduciendo por las casi oscuras calles de Seúl.

Seungmim solo logro asentir algo emocionado, sabía que tenía que darse tiempo para superar todo lo paso, aquello que lo seguía atormentando en silencio, pero aún así sabía también que tenía que soltar para lograr sanar todas sus heridas.

La sonrisa de cris hacía que el corazón cansado de seungmim se sacudiera gracias a esta, pues esa sonrisa era una de las más bonitas que había visto, causa que no podía hacer que se negará a nada.
El pelirosa solo lograba asentir, en si tenía bastante hambre y también se sentía bien, tranquilo y contento, todo aquello era el sentimiento que Cristopher le acusaba.

Pasaron al rededor de veinte minutos cuando por fin llegaron al restaurante, no era un muy lujoso pero era suficiente, se miraba tranquilo y cálido, había poca gente por lo tanto no habría ruido.

Antes de que el mismo bajara del auto escucho como su Hyung se movía rápidamente, bajando el auto para así darle la vuelta y llegar a la puerta del copiloto, seungmin solo lo había seguido con la mirada mientras trataba de aguantarse la risa pues al ver a bang correr hasta llegar a su puerta se le había hecho bastante tierno y un gesto muy caballeroso.

El pelirosa bajo del auto al tener la puerta abierta con la ayuda de bang pues le había puesto la mano para que pudiera bajar con cuidado.

- Eres demasiado amable, Hyung.- Soltó con suavidad, pues los gestos de amabilidad eran algo que realmente le gustaba.

Bangchan se sonrojo un poco algo avergonzado, con su mano sobo su nuca mientras soltaba pequeñas risitas nerviosas. -Es que tu mereces estas pequeñas cosas y más, yo me encargaré de dartelas. - Sonrió observando los ojos de cachorrito del más bajo, para así tomarlo de la mano con delicadeza.

Seungmin al notar aquella acción alejó con cuidado la mano ajena de la suya, no es que le incomodara, pero no estaba listo ni para eso.

-O hasta donde me lo permitas- volvió hablar el castaño, suspirando tranquilo para así llevar su mano al hombro del chico, dejándole un beso sobre la frente para así proceder a caminar juntos hasta el restaurante.

El más joven solo se limitó a sonreír, pues adoraba el como su Hyung respetaba todo. Pero aún así sabia que por dentro el corazón de bangchan podía estarse dañando poco a poco, trato de empujar todo lo malo, disfrutaría esta noche sin nada que lo atormente.

De eso se trataba, sin pensarlo abrazo el brazo del castaño, jalando lo hacía adentro del restaurante con felicidad. -¿Entonces que comeremos?, ando con antojo de algo salado.

El mayor le sonrió, antes de observar los asientos del lugar, - ¿algo salado? Eso es bueno, todo el día te la pasaste comimos pastel de frutas- sonrió el mayor, pues muy bien recordaba el como seungmin había comido 4 rebanadas de pastel, sin duda sabia que lo dulce era algo que el más joven amaba.

Entre risas se sentaron cercas de la ventana, así podían observar el como las personas pasaban simplemente por la buena vista.

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La noche estaba saliendo bastante bien, el clima era perfecto, aunque estos días estaban húmedos y fríos, esa noche sin duda el frío no se sentía. Las conversaciones entre ambos no salían de pequeñas experiencias graciosas que le habían pasado en su niñez, mayoritariamente bang Chan se pasó hablando de su vida Escolar, el como había cantado en una obra de teatro y después de eso se había hecho bastante popular en su escuela.

- Enserio tengo que escucharte cantar, y no solo tararear canciones infantiles. - soltó entre risas, sabia que su Hyung cantaba bien, pues lo había escuchado tararear varias veces, pero ahora quería escucharlo cantar bien, no entre susurros, si no cantar un canción.

Mientras Nadie Nos Vea.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora