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El chasquido de los charcos de agua hacían eco tras las pisadas fuertes que impactaban con ellos, la fuerte respiración de los chicos se hacía presente al igual que su agitación por la adrenalina.

—Maldición— un fuerte golpe impacto contra el estómago del Rubio mientras retrocedía unos pasos para así poder agarrar aire. Dejándose caer hacia atrás.

—E-ese se sintió muy Real- soltó mirando al castaño desde el suelo.

—Fue real— se acercó agarrando al Rubio de la camiseta agachandose en el proceso. — por ahí me entere que tienes los ojos puestos en el. Y dejame decirte, sea lo que planees, con el no Hyunjin.

Tras ello soltó al nombrado logrando ponerse recto y caminar unos pasos lejos de el, sabía que esto iba a volver a pasar, conocía a Hyunjin y sabía que aunque tenía un pasado oscuro, también sabía que era decidido.

— ¿y el si puede?

—Callate, Hyunjin.

— ¡No! Tu callate Minho.. Tu y yo, sabemos más que nadie el por que hice aquello aquel día tan importante, por que me aleje de mi Minnie, y por que lo trate de esa forma. — Pronunció fuerte y rápido, logrando ponerse de pie al transcurso mientras se balanceaba. — También sabemos de lo que es capaz ese tal "pretendiente" que ahora tiene Minnie.

El castaño solo podía mantener los ojos puestos en el contrario, en si estaba en lo correcto, pues Seungmin era una persona demasiado amable, y su único error es confiar en las personas.

Nunca las conoces del todo.

Se sacudió su cabello en frustración, soltando un quejido sin quitarle la vista de encima al más alto. Notando como le era complicado ahora el mantenerse de pie, también con el labio partido y un moreton en la mejilla, con su ropa sucia y mojada por causa de la brisa húmeda.

—Hyunjin, yo entiendo tu punto... Pero creeme, que el que menos quiere ver Seungmin en todo este tiempo, eres tu. — habló serio acercándose al contrario para poder ayudarlo a caminar. — el no te va recibir con los brazos abiertos, ni mucho menos te va dejar volver a su vida.

—De eso estoy conciente. — sus palabras habían salido tan suaves, ocasionando que varios quejidos se escaparan de sus labios por causa de su cuerpo adolorido. — pero lo amo, este tiempo que no estuve con el, estos años que no sabía dónde estaba y todo el tiempo que me hizo falta. Solo me hacia saber que no podía olvidarlo, que es mi primer y último amor.

— Tus palabras me dan asco.

El rubio soltó una risa nasal ante las palabras tan frías de tu amigo, paso con ayuda del castaño su brazo por arriba del hombro contrario para así comenzar a caminar, solo podía aguantarse las lágrimas al saber que no podía volver con seungmin.

El castaño escuchaba los sollozos silenciosos del rubio, sabia todo lo de Hyunjin, lo que paso, como paso, cuanto tiempo el rubio buscó a seungmin. El lo sabía, pero también sabía cuanto tiempo sufrió seungmin, y eso mas le afectaba. El pelirosa se ganó su corazón, haría cualquier cosa por el, era gran amigo de su esposo, y no podía verlo sufrir más. Pero sabía que aún estaba roto, y que por más que no le gustara la idea, seungmin era para Hyunjin, y Hyunjin era para seungmin.

Para ese idiota de Hyunjin, solo necesitaba que el menor supiera bien como paso y por que. Pero tampoco quería que lo supiera, tenía miedo, de que seungmin se volviera a quebrar.

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Mientras Nadie Nos Vea.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora