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El aire le había hecho falta, podía sentir como el interior de su profesor se había apretado asfixiando toda su polla con magnitud, jadeaba gustoso ante tal estreches observando como el cuerpo más pequeño temblaba como un vibrador, retorciéndose bajo de el con el abdomen mojado y las piernas encogidas al hacerse pequeño en su lugar.
Todo aquello le hacía saber que lo estaba disfrutando, pues el gemido alto del castaño había retumbado por toda la habitación al ya haber llegado a su orgasmo con tan solo una penetrada.
— N-no es lo que parece... — Soltó nervioso cubriendo su rostro con la palma de sus manos, no podía creer lo que acababa de suceder.
Podía sentir sus piernas temblar y su cuerpo ser consumido por escalofrío y espasmos.
Las manos de hyunjin recorrieron las piernas del castaño, acariciando la piel hasta llegar a sus caderas, apretando las con fuerza sacándole otro chillido a seungmin en el acto.
— Creo que si es lo que parece..— Exclamó con gracia, volviendo a clavar su erección dentro de su interior comenzando con embestidas ahora suaves.
Se trataba de acostumbrar a lo estrecho que estaba, pero parecía que con cada vaivén todo el interior del más bajo se estremecía y lo apretaba tan fuertemente lo cual le sacaba gemidos roncos por la sensación tan excitante.
Poco a poco fue comenzando a mover con más fuerza sus caderas, golpeando con su pelvis los glúteos de seungmin. Haciendo que el ruido de pieles chocando se escuchará por todos lados, sus gritos, jadeos y gemidos no eran para nada silenciosos.
Eran tan escandalosos que en vez de hacer que bajará la voz para que no los escucharán, siguió embistiendo lo con dureza sacudiendo el cuerpo del mayor continuamente.— ¡A-ah..! Hyunjin, Ngh!...— soltó fuertemente, apretando con sus manos las suaves sábanas que hacían bajo su cuerpo, aún no se lograba acostumbrar el mismo al tamaño del menor haciendo que al ser atacado con rapidez lo sobre saltará demasiado.
No podía mentir, se sentía tan malditamente bien. Pero era un placer que lo hacía sentía que perdería la cabeza en cualquier momento, no sabía cómo controlarlo, su cuerpo no respondía. Solo se aflojaba y se estrujaba con cada suave o pequeño movimiento que hacía hyunjin al momento de embestirlo.
Nuevamente estaba duro, sostenía sus piernas con ambas manos pegandolas a su pecho para dejarle todo acceso al pelinegro en su entrada.
Tan caliente, húmedo, duro y palpitante era el falo adentro de el, haciendo que amará como el pene ajeno abría sus paredes estirando las para lograr entrar por completó.
Se sentía tan jodidamente bien que eso le aterraba, trataba de oprimir sus gemidos pero aquellos movimientos certeros que hyunjin ejercía para penetrar lograba que el placer le recorriera cada rincón de su cuerpo.
— N-no..! Ve más lento, Y-yo me vendré, otra... vez. — Murmuró bajo entre jadeos, meneado sus caderas contra la pelvis impropia, notando como la glande del más alto golpeaba su próstata continuamente.
Sus palabras salían en falso, pues muy bien sabía que no quería que fuera más lento. Quería que lo partiera en dos, que lo penetrara tan duro hasta hacer que quedará con la misma sensación por varios días, semanas. Poder sentir los abrumadores escalofríos por todo su cuerpo, quería volverse loco.
Y solo podía hacerlo hyunjin.
— Sabes, Ahg.. — Gimió, apretando las piernas del más bajo al sentir como lo apretaba tan exquisito. — Desde ahora, no haré caso a tus palabras.. así que disfruta y cállate.
Formuló demandante, sacando su miembro hasta solo dejar la glande dentro para así volver a meterla con fuerza clavando todo el falo una y otra vez, notando como los ojos de su profesor se abrían como plato al recibirlo de una otra vez.
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Mientras Nadie Nos Vea.
FanfictionDónde un pequeño juego entre seungmin y su alumno se sale de control. . . - No podemos hacer esto. ¿Que pasa si alguien nos ve? - soltó acomodando sus propias prendas que hace unos minutos habían sido desacomodadas. - Quieres decir que mientras no...