Memoria N° 4

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El amor no daña.


Sé que la tristeza y tú se han vuelto intimas y que en este preciso instante esta contigo. Sé que ayer por la noche te has envuelto en las sábanas con las luces a media potencia y con el cielo nublado. También sé que no ha sido tu culpa, porque, ¿quién podría declararse culpable por amar con honestidad? Para variar, siempre que ocurre algo, él ha de haber tenido algo que ver. Y no lo odio, ni mucho menos le deseo que le vaya mal. Pero si me encantaría conectarle tremendo derechazo en esa cara de chulo que se gasta, aunque al final de la pelee termine haciendo el ridículo.

No me tienes que decía nada. Ya me sé esta historia, me aprendí el guion completo desde hace mucho tiempo; él te hace llorar, vienes hacia mi que siempre tengo que andar de confidente y me lo cuentas todo a duras penas.

Probablemente, pasarán unas horas y sonará el teléfono, contestaras y le volverás a creer. Volverás a sonreír y... yo me volveré a enamorar de tu sonrisa, así no lo quiera, eso pasará.

Sé muy bien que mentalmente no estaré preparado para la próxima vez y no quiero que haya próxima. No quiero que te vuelvan a hacer llorar, que me vuelvas a buscar y...

Ya sé que mañana vas a llorar (aunque quisiera que fuera de felicidad), como la semana pasada y la anterior a esa. Pero ya no sonrías cada vez que te llama, ya no le crees cuando te invente la misma excusa de siempre o cuando te pida perdón. Ya no le crees cuando diga que te ama porque el amor no daña.


NOTA

"Para que este proyecto pueda salir adelante les pido que me apoyen con un comentario ya que parte del proceso que estoy realizando es escuchar a la gente porque sé que tiene mucho que decir".


Entre café y melancolíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora