Imagíname sin ti.
Imagíname en domingo por la mañana, con la bata aún puesta y desparramado en la cama; cambiandole a la televisión por mero entretenimiento, ahogandome en un vaso de Pepsi y contando constelación en el techo.
Imagíname en la cocina con los traste guardados, el gas casi sin usar y una despensa desabastecida y empolvada de recuerdos, de "te quieros".
Imagíname tomando café sin azúcar (como me gusta), revisando el diario de la semana pasada en un intento engañoso de buscar trabajo, en un paráfraseo eterno pretendiendo despistar a la soledad.
Imagíname leyendo un libro a las cinco y cuarenta y cinco; esperando tu pastel de zanahorias y tu té de hierbas, deseando escuchar el crujir de tus tacones con la madera.
Imagíname con siete kilos menos, algo despeinado y con demasiada barba; mirando al espejo y deseando no ser yo, inventando realidades alternas dónde encontrarte.
Imagíname, entre cartones de pizza y latas de cerveza. Entre pena y frustración. Entre programas de fútbol y anuncios de tele tienda.
Imagina la peor versión de mi. Has de cuenta que es un final alterno y tú no estás conmigo. ¡Imagíname! Tan solo hazlo. Sin remordimiento.
Imagíname sin ti...
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Entre café y melancolía
PoetryLas historias pasan y solo viven en la mente de nosotros, pero un libro no es de uno sino del mundo. Y las historias también.