Memoria N° 1

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Entre la luna y yo.


He pasado los últimos sesenta minutos de mi vida mirando hacia la luna, y hoy, precisamente hoy, la he encontrado irrisiblemente hermosa. Ha brillado como si de corresponderme el saludo se tratase. Nos hemos echado miradas y hasta me ha parecido que los cachetes se le han puesto rojos.

Entre la luna y yo tenemos un secreto. Somos amantes de la buena vida y de las noches estrelladas. Ambos nos declaramos fervientes admiradores del polvo estelar y de la vía láctea. Somos cómplices y siempre ha sido mi cuartada perfecta a la hora de darte alguna explicación. Somos como ese código binario que se complementan.

He pensado en si al igual que yo, también la estas mirando. Y claro que se lo he preguntado, pero he notado su expresión de recelo. Creo que piensa que no le daré la misma importancia si estoy pensando en alguien más. Pero para mí, la luna es como esa combinación perfecto entre la leche y el cereal o como esa primera mordida a alguna chuchería; placentera.

Y tú eres para mí lo que el sol para los planetas. Eres ese campo magnético que me mantiene en órbita y ese calor que hace que en mi haya vida. Eres naturaleza; bendita e impredecible. Y también debo admitir que eres como una de esas partituras que están en la clave de sol y fa a la misma vez pero que cuando la entiendes y te acostumbras a ella resulta divertida.

Entre la luna y yo hemos armado un plan. Nos hemos propuesto cuidarte a toda hora, ella por la noche y yo por el día, ella en tus sueños y yo con tus sueños, ella toda la vida y yo hasta donde dé.


NOTA

"Para que este proyecto pueda salir adelante les pido que me apoyen con un comentario ya que parte del proceso que estoy realizando es escuchar a la gente porque sé que tiene mucho que decir".

Entre café y melancolíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora