Again /// Heartache

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Izuku salía del salón esperando a que Todoroki saliera del suyo para así poder mostrarle la universidad.

Tenya se había despedido de él, ya que estaba apuntado en clases extra de alguna materia. Incluso Denki y Katsuki se despidieron de Izuku.
En el caso de el cenizo, este se le acercó primero, y le comentó que le gustaría hablar más con él, pero que tenía que ir a practicar al club de música. Sin embargo, también dijo que podía ir a verlo sí quería; Izuku solo respondió con un “Nos vemos luego”. Y es que no supo qué otra cosa responder ante esa pequeña invitación.

Claro que le gustaría ver esa nueva faceta de Katsuki que no conocía, pero primero tenía que saber qué era exactamente lo que sentía por él.

Así, los días pasaron, y Katsuki seguía intentando acercarse a él. De vez en cuando hablaban de cualquier cosa que al cenizo se le ocurriera. Trataban de evitar mencionar el pasado, ambos querían dejarlo todo atrás.

Katsuki era muy atento con Izuku, y este se empezó a preocupar por lo que podría pasar con ellos, pues su mente le decía que iba a salir lastimado de nuevo.

Entonces le pidió a el cenizo amablemente que lo dejara pensar las cosas a solas. Que le diera un tiempo y por favor no tratara de hablarle. Katsuki aceptó, pidiendo disculpas por hacerlo sentir “forzado” a algo, según palabras de él; aunque la realidad fuera diferente.

Pero justo ese era el problema.

Si el peli verde dijo aquello, fue porque pensaba que lo mejor para saber sus sentimientos era alejarse y ver que reacción tenía con ello.

Sin embargo, otro problema surgió cuando Todoroki y él comenzaron a pasar más tiempo juntos.

Ahora se sentía todavía mucho más confundido que al principio.

No sabía si Shoto le gustaba, o qué era aquello que le provocaba, la sensación era tan difícil de explicar como para ponerle un nombre.

Todoroki cada día parecía ser más y más cercano a él, incluso le tomó confianza suficiente a Izuku como para contarle ciertos problemas familiares y el cómo obtuvo esa cicatriz en su rostro.

Cómo era de esperarse, Izuku sentía pena por lo que tuvo que vivir su amigo. Le hubiera gustado conocerlo antes para haber sido, aunque sea un poco de ayuda, ya que este le confesó que nunca antes había tenido amigos.
Por lo menos ahora eran más cercanos, y se aseguraría de no arruinar su relación como lo hizo con Katsuki.



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—¡No puedo creer que me hagan esto! -exclamó Izuku algo enfadado mirando su celular.

—¿Qué sucede? -preguntó Shoto, quien estaba sentado a un lado de él.

Los dos se encontraban en el patio gigantesco de Yuuei, sentados debajo de un árbol mientras comían su bento.

—Me han dicho que ya no me presente en el trabajo. -explicó molesto.

—Pero no necesitas el dinero, ¿Verdad?

—Bueno... Lo que pasa es que, si soy sincero, le pedí a mi madre que ya no me mandara dinero. No quisiera seguirla molestando a mi edad. -confesó bajando la mirada. —Aún si cuento con la beca, no será suficiente para mis gastos.

—¿Te interesaría trabajar en mi gimnasio?

El papá de Shoto era un tipo conocido por ser un gran empresario y tener a su nombre tanto lugares grandes y lujosos como pequeños. Cuando se separó de la madre de Shoto, les dejó gran parte de sus propiedades. El bicolor es legalmente dueño de muchos de estos, como restaurantes, bancos y uno que otro negocio “pequeño”, como el gimnasio que se encontraba no tan lejos de Yuuei, y del único que realmente se hace cargo por su cuenta.

Shingou / SIGNAL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora