Azul

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—¿Yo te gusto? -volvió a preguntar Todoroki.

Katsuki ya se había ido, y por el tono de su voz, era claro que justo ahora estaría llorando. Izuku quería ir tras de él.

Nuevamente, se comportaba de manera infantil, haciéndole daño a Kacchan.

Por otro lado, tenía enfrente a su amigo por el cual no sabe definir sus sentimientos.

¿Qué debería responder ante aquella pregunta? ¿Debería quedarse o irse?

¿Hablar con Shoto o buscar a Kacchan?

—Midoriya. -lo llamó Todoroki al verlo perdido en sus pensamientos.

—Yo... -bajó su mirada buscando una respuesta que no podía dar.

—Midoriya, sabía que eras gay, pero eso no me incomoda, no habría por qué. -confesó. —Solamente que... Quiero saber si te gusto.

—No es que no quiera decirte... -alzó su mirada, sus ojos conectaron con los de Shoto. —En realidad no lo sé. No sé qué es lo que siento por ti... Perdón.

—Entiendo. Así que es eso... Ah, por cierto, no es de mi incumbencia saber, pero... -se acercó más a Izuku. —¿El tipo de antes es tu ex?

—... Supongo. -respondió un poco incómodo, el bicolor seguía acercándose a él.

—Midoriya. ¿Puedo intentar algo?

El mencionado, confundido, iba a preguntar a qué se refería con “algo”, pero no tuvo el tiempo de hacerlo, ya que Shoto lo tomó del rostro acercando el suyo al de él.



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—¡Kacchan, espera! -gritó Izuku mientras corría detrás del cenizo. —¡Escucha!

—No, Izuku, ya entendí todo.

Los papeles otra vez cambiaron.

Las personas en el pasillo volteaban a mirar a los dos jóvenes que parecían haber tenido algún tipo de discusión o pelea, escuchaban atentamente, esperando saber la razón del aparente enojo de Bakugo hacia Midoriya.

—¡Por favor, tienes que escucharme! -insistía. —Solo detente por un segundo, Kacchan... -intentaba no hablar tan fuerte, sabía que los escuchaban.

—No es necesario, de verdad. -respondía inexpresivo el cenizo. —Perdón si no creíste mis disculpas, yo sí estaba hablando en serio.

—¡No es eso! ¡Lo estás malinterpretando todo!

—Hey.

Izuku se detuvo, alguien lo había sujetado del brazo.

—Dijo que no quiere oírte. -recalcó Kirishima con seriedad.

Los susurros de las personas alrededor se hicieron más audibles, pero Katsuki no escuchaba, él estaba concentrando en no llorar ahí mismo.
No quería escuchar las palabras de Izuku, quien probablemente le estaría mintiendo al negar lo que sus propios ojos le mostraron.

Pudo ver el salón de música estando ya cerca de él, y entró corriendo para esconderse.

Mientras tanto, el peli verde parecía estar a punto de agarrarse a golpes con Kirishima.

—¿A ti quién mierda te preguntó? -con brusquedad soltó el mismo el agarre del otro. —Piérdete. -exclamó con la sangre hirviendo.

—¿Estarán peleándose por aquel chico? -preguntaban los demás.

—Creo que se acostó con los dos. -opinó una chica comenzando a reír con su amiga.

—Tú, cierra la puta boca. -advirtió Izuku mirándola por un momento, regresando después su vista al más alto, quien de nuevo se interpuso en su camino.

Los presentes, excluyendo a las chicas anteriores que ya habían salido huyendo de ahí, susurraban ahora solo cosas de Izuku.

—Escucha, bastar-

—¡Midoriya! -Denki gritó su nombre ganándose su atención.

Todos voltearon hacia el rubio que corría apresuradamente a la escena.

—Midoriya, ¿Qué sucede? -le preguntó agitado, manteniendo una distancia prudente. La mirada del peliverde lo aterraba, además su amigo Kirishima estaba tan tenso que daba más miedo acercarse a ellos.

—Denki, tengo que hablar con Kacchan. -tanto su tono como su semblante cambiaron. —Es algo importante. -decía preocupado.

“¿“Kacchan”? Será Bakugo, supongo.” Acertaba el rubio. Nunca había escuchado a nadie llamar así a Bakugo.

—No lo harás. -contestó Kirishima. —Él no quiere hablar contigo.

Izuku volvió a su mirada asesina girando hacia él.

—Nadie pidió tu puta opinión.

—Cálmense los dos. -pidió Denki —Si hacen más lío aquí, los profesores vendrán. Midoriya, necesito hablar contigo a solas. No importa si Kirishima dice que Bakugo no quiere escuchar, no te preocupes, yo te ayudaré.

—¡¿Qué?!-se quejó el más alto.

—¿Hablas en serio? -le preguntó Izuku dudando de la verdad en sus palabras.

—Sí. -afirmó con miedo, pero decidido. Se sentía una pequeña presa entre dos grandes depredadores.

—Denki. -le llamó Kirishima con claro enojo en su voz.

—Midoriya, ¿Podrías adelantarte? -ignoró a su amigo, sacando unas llaves de su bolsillo y entregándoselas al ojiverde, quien las recibió sin entender de qué o para qué eran. —Recuerdas dónde vivo, ¿Verdad? -Izuku asintió aún confundido. —Bien, te veo allá. Primero tengo que hablar con Kirishima. -dijo, enfrentándose finalmente a la mirada enfadada del mencionado.

—Pero-

—¿Quieres hablar con Bakugo o no?

—Sí, per-

—Entonces hazme caso. -sentenció.

—... Bien. -se dio la media vuelta y salió de ahí.

En este punto las personas que estaban de espectadores, ya se estaban yendo.

—Denki. -volvió a llamarle Kirishima.

—Kirishima...

“No sé cómo tengo tanta valentía para hablar con estos bárbaros”

—Deja que me haga cargo de Midoriya, tú deberías hablar con Bakugo. No entiendo la relación que tienen o tenían, pero no es tan simple como para meternos nosotros a tomar una decisión por ellos. -dijo con seriedad.

Kirishima parecía calmarse.

—Bakugo parecía no querer verlo.

—Kiri, recuerda que hoy tenemos un asunto importante como banda y no podemos faltar. Por favor, solo anima a Bakubro de alguna forma, ¿Sí? Yo tendré que lidiar con Midoriya por mientras. -rascó su nuca sintiéndose algo estresado.

—Yo n-

—Por favor, te lo ruego. -lo miró suplicando.

El pelirrojo no pudo poner objeción.

—No le diré nada a Bakubro, únicamente le recordaré aquello y esperaré por su decisión. -objeto. —Si dice que no irá, entonces no voy a obligarlo.

—... -suspiró medio cansado. —Está bien. -sonrió. —Nos vemos. -se despidió y comenzó a correr una vez más, alejándose.

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Editado el 20 de agosto del 2022.

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