29 de mayo, 2047.
–¡Te dije que no te movieras, Daimon! – grito acercándome a él.
Él me mira fijamente mientras arrastra su espalda por el árbol y cae sentado en el pasto.
–Casi... me... matas... Jennifer Middleton – dice entrecerrando sus ojos hacia mí y sacando la flecha que casi cae en su cabeza.
–¡Te dije que no te movieras y lo hiciste! – espeto.
–¡Y si no me hubiera movido me matabas! – grita con sus ojos muy abiertos.
Suelto una risa y tomo su mano para ayudarlo a ponerse de pie.
–Bueno... ¿Me perdonas? Hoy es mi cumpleaños, no puedes negarte – parpadeo con coquetería.
Él me mira fijamente y su cabello castaño oscuro se mueve ante la pequeña brisa que pasa entre nosotros. Sus ojos verdes se entrecierran al mirarme y luego rueda sus ojos.
–Como sea – espeta entregándome la flecha. –No vuelvas a usarme – sale del jardín.
Suelto una risa y camino al lado de Daimon.
Lo conozco desde mis diez años, nos conocimos el día que mi hermana mayor casi muere, Daimon es hijo de Adam Wembley, la mayor autoridad del ejército británico, aunque también se le podría calificar como hermano de mi cuñado Nathan Walsh.
Daimon y yo hemos sido mejores amigos desde entonces, por suerte nos pudimos llevar bien desde siempre. Además de que me ayudo bastante con lo tímida que era cuando pequeña.
Resulta que ahora soy casi peor que él.
Suelto una risa recordando el enamoramiento que tenía por él.
Estaba loca y muy enamorada de quien ahora es mi mejor amigo, aunque bueno... digamos que en 7 años supe sobrellevarlo todo y aprender a verlo como mi mejor amigo.
Es jodido verlo con cuanta chica puede y no sentir celos, pero aprendí a controlarlos por el bien de mi salud mental.
No podía pasar toda mi vida celosa, así que, entonces siguiéndole los pasos, comencé a salir con chicos desde mis quince años.
He tenido un novio oficial y varias citas con diferentes chicos que no sirven más que para pasar el rato de vez en cuando.
Ahora a mis diecisiete años recién cumplidos me encuentro soltera, aunque conociendo a un chico que es amigo de Daimon. Es bastante agradable y me gusta.
Miro de reojo a Daimon.
–Entonces... – vacilo. –¿No has cambiado de idea? – pregunto.
Él me mira confundido.
–¿De qué hablas?
–¿Te unirás al ejército? – pregunto directamente.
Asiente.
–Claro... te lo he dicho muchas veces – sonríe aun luciendo confundido.
Un mal estar de presenta en mi estómago y garganta cuando escucho esa declaración.
–Oh...
–¿Qué pasa? – se cruza de brazos.
–Nada ¿Qué va a pasar? – entramos al palacio.
Y la primera persona que nos encontramos es a la hija de Eleanor.
–Feliz cumpleaños – dice abrazándome la pierna.
Sonrío ampliamente y sacudo su cabello.
–Gracias, Adeena ¿Dónde están tus locos padres? – pregunto.
ESTÁS LEYENDO
Olvidando a la princesa [#6]
Teen FictionCuando la amistad se transforma en amor las cosas se complican. Pero se complican mucho más cuando debes guardarte ese amor para ti solo, porque ella no siente lo mismo por ti. Eso es lo que vive Daimon Wembley desde que tiene 15 años. Supo vivir co...