Daimon Wembley.
01 de abril, 2049.
Sabia que estaba haciendo algo bien cuando la sonrisa de Jenn aparece en su rostro y saca la bendita foto que ella quería con esa cámara antigua.
Hacer sonreír a Jenn siempre será mi mejor logro, había algo en Jenn que te hacia entender una vida sin ella seria una cosa muy jodida. Era jodido saber que puedo vivir sin ella, pero me niego a hacerlo.
No está en mis planes y no lo estará.
La escucho soltar una risa y saca la polaroid de la cámara y se la guarda rápidamente en su bolso.
Frunzo el ceño confundido.
–¿Por qué te quedas mi foto?
Pareciera que su bendita sonrisa crece.
–Es mi foto – alza una ceja y creo que me está retando a contradecirla.
Entrecierro mis ojos hacia ella, pero alguien nos interrumpe.
–¿Daimon Wembley?
Frunzo el ceño confundido y miro a la persona detrás de Jenn, me cuesta reconocerlo hasta que es Jennifer quien lo hace.
–¿Erik? ¿Erik Ayers? – reconozco el asombro en su voz.
Me tenso recordando quien es.
Su ex novio.
–¡Jenn! ¡No logre reconocerte de espaldas! – dice él y se abrazan.
Me muevo incomodo, ni siquiera entiendo porque me siento incomodo.
Tal vez sea el recuerdo de el siendo un novio malditamente increíble, aunque es estúpido. Se supone que Jenn está conmigo.
Rasco mi nuca intentando tranquilizarme.
–¿Cuándo regresaste? – le pregunta Jenn cuando se separan.
Ni siquiera sé que se supone que debo hacer o decir, ellos parecen cómodos hablando ahora.
–Vine solo por unos días – le responde y me mira –Me alegra verlos ¿Cómo has estado, Daimon? – estira su mano en mi dirección.
Me encojo de hombros y tomo su mano sacudiéndola.
–Bien – es mi respuesta.
¿Qué más se supone que debo decir? Apenas hablamos un par de veces desde que estuvo con Jenn, no lo conozco.
Jenn me mira con el ceño fruncido, pero yo finjo que no me doy cuenta y para mi suerte mi celular comienza a sonar.
Es una llamada de papá.
–Debo responder – miro a Jenn aun sintiéndome un poco extraño.
Que cosa tan jodida no poder controlar esto.
Ella asiente y me sonríe, lo cual me tranquiliza un poco.
–Ve a contestar, yo me quedare con Erik otro rato – deja un beso en mi mejilla.
Me alejo de ellos y respondo la llamada de papá mientras salgo de la tienda.
–Hola, papá – digo.
–Hijo ¿Dónde estás? – me pregunta.
Frunzo el ceño confundido.
–Salí con Jenn ¿Por qué? ¿Paso algo? – cuestiono.
Se queda en silencio y me volteo a ver a Jenn que esta riendo por lo que sea que le dice Erik.
¿Por qué mierda me siento así?
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Olvidando a la princesa [#6]
Teen FictionCuando la amistad se transforma en amor las cosas se complican. Pero se complican mucho más cuando debes guardarte ese amor para ti solo, porque ella no siente lo mismo por ti. Eso es lo que vive Daimon Wembley desde que tiene 15 años. Supo vivir co...