Daimon Wembley.
16 de julio, 2048.
Ya era la hora donde podía usar mi celular antes de tener que dormir, así que simplemente vagaba por las redes sociales y nada nuevo se sabía de Jennifer.
Sabía que en dos días era su graduación, además de que me estaba ignorando.
Hace dos meses que no sé absolutamente nada de ella, pero no había mucho que pudiera hacer.
Una llamada entra a mi teléfono.
–¿Con quien hablo? – pregunto desinteresado.
–Hola, Daimon... soy Sarah, no sé si me recuerdes, pero...
–Eres la compañera de Jenn – la interrumpo. –Sé quién eres, ella solía hablarme de la única chica simpática que no lucia asustada de ella – menciono.
Ella ríe en respuesta.
–Me alegra saber que ella tiene buena imagen de mí – murmura.
Ahora soy yo quien ríe.
–Jennifer no es una bruja, solo vive en su mundo – respondo. –¿Por qué me llamas y como conseguiste mi número? – pregunto desconfiado.
Jamás hable con ella, solo la conocía de lejos cuando estaba en el instituto y porque Jenn me hablaba de ella.
–Tuve muchísima ayuda, pero finalmente uno de tus amigos me lo envió, espero que no te moleste, pero es importante – asegura.
–Muy bien... – dudo un poco. –Dime que pasa.
–Sé que sonara raro, pero hace mucho tiempo saque una foto tuya y de Jennifer en una feria... no sabia quienes eran, pero me pareció ver mucha conexión entre ustedes y sentía que debía plasmarla en una fotografía, no sé si lo entiendas – comienza.
–No mucho la verdad – admito.
–El punto es que yo creía que ustedes eran pareja y quería que ustedes la tuvieran, pero dejaron de hablarse y no quería incomodarlos, con el tiempo olvide que la tenía hasta ayer que la volví a encontrar y quería mandártela – termina.
Me quedo en silencio por varios segundos.
–¿Por qué no simplemente me la mandaste y ya? – pregunto con curiosidad.
–No sé como funcionan estás cosas, Daimon... podrías creer que era alguna loca o yo qué sé – responde.
–Gracias por decírmelo, envíame la foto, quiero verla – pido.
–Claro, dame unos segundos... listo – informa.
Coloco la llamada en alta voz y reviso el mensaje recién enviado. Suelto una risa al ver la foto, recuerdo perfectamente ese día y ese momento.
Jennifer se burlaba de mí porque me iba ganando en algún juego que a estas alturas ya o recuerdo cual era, pero lo que ella no sabia era que yo la dejaba porque quería que disfrutara del juego ya que ella se mostraba presionaba a hacerlo bien y yo quería que se relajara.
De hecho, ese día hasta olvido su estricta dieta por el día, porque comimos hamburguesas juntos.
–¿Con que quieres tu hamburguesa, Jenn? – le pregunto.
Ella se queda en silencio pensándolo, pero me mira con un brillo de emoción en sus ojos.
–Sorpréndeme, Daimon – sonríe. –Sabes que soy un cero a la izquierda en este ambiente, sorpréndeme – insiste.
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Olvidando a la princesa [#6]
Novela JuvenilCuando la amistad se transforma en amor las cosas se complican. Pero se complican mucho más cuando debes guardarte ese amor para ti solo, porque ella no siente lo mismo por ti. Eso es lo que vive Daimon Wembley desde que tiene 15 años. Supo vivir co...