Olvidando a la princesa [#6]

Capítulo 3.

Jennifer Middleton.

01 de abril, 2048.

–¿Puedo tomarla? – le pregunto a Eris.

Ella me mira por varios segundos.

–¿Podrías lavarte las manos? – pregunta ladeando su cabeza.

Su tono me deja claro que me lo está ordenando.

Suelto una risa y asiento yéndome a su baño para lavarme mis manos, me las seco y regreso a su lado. Me siento en su cama y tomo a mi sobrina entre mis brazos.

Sonrío viéndola, su cabello es tan negro como el mío y el de mis hermanos. Se remueve un poco y bosteza volviendo a quedarse dormida.

–Es hermosa – sonrío.

–Pero demasiado llorona – suspira Eris.

–No puedo salir de mi habitación y no quiere a mis padres o a mi hermano – recuesta su cabeza en la almohada.

Hago una mueca y Nicholas entra a la habitación, me sonríe al verme con la niña en los brazos. Antes de que pueda reaccionar ya me la ha quitado de los brazos.

Frunzo le ceño y él deja un beso en mi cabeza.

–¿Por qué me la quitas? – pregunto.

–Porque es mi hija – alza una ceja. 

Ruedo mis ojos y me levanto.

–Me gustaría tener más tiempo para ustedes – sonrío mirando a Nicholas y Eris. –Pero debo irme a entrenar – murmuro tomando mis cosas.

–Espero que te vaya bien, Jenn – habla Eris. –Patéales el culo a todos – me anima.

Sonrío con suficiencia.

–Prometo hacerlo, adiós Eris – me despido besando su mejilla. –Te quiero, Nick – me despido de él también besando su mejilla. –Y adiós, Nyx... sigue haciéndole honor a tu nombre – beso su cabeza con cuidado.

Nick suelta una risa dejando a Nyx en los brazos de Eris y se acerca besando mi frente.

–¿Crees que tengas tiempo para que los tres podamos pasar tiempo juntos? – me pregunta Nicholas.

Sonrío divertida.

–Déjame revisar mi agenda – tomo mi celular fingiendo revisarlo. Lo escucho reírse y yo asiento.

–Tu solo elige un día domingo, habla con Eleanor y todo estará perfecto – le respondo.

–¿De verdad no puedes antes? – alza una ceja.

–Tengo instituto de lunes a viernes, en las tardes entreno alrededor de cuatro a cinco horas y por las noches estudio – digo. –El sábado estudio por la mañana y entreno por la tarde, además de pasar tiempo con mamá y papá – suspiro ya que hable con demasiada rapidez. –Por lo que solo tengo los domingos libres – sonrío.

Eris y Nick me ven algo sorprendidos.

–Jenn... ¿No crees que es demasiado? – pregunta Nick.

Frunzo el ceño.

–¿Qué dices? Mi rutina no es nada comparado a la tuya – murmuro.

–Jennifer tienes diecisiete años – habla con suavidad y coloca sus manos en mis hombros.

Asiento.

–Lo sé.

–Y todo lo que haces es estudiar y entrenar – frunce el ceño.