Siempre fuiste tú (Completa)

38- Mar de Rosas rojas/Sorpresas

Por fin llegó el gran día y estaba súper emocionada, porque a quien no le gusta que la mimen y la hagan sentir especial durante todo un día como lo es su cumpleaños. Mis abuelos apartaron para mi la suite Saphire que es la suite más grande y especial de todo nuestro hotel para que me quedara desde el día anterior para arreglarme y relajarme.

Desde temprano que me despedí de Melody, Isabela y Andrés, subieron a buscarme dos señoras del salón de Spa para comenzar el día y yo encantada no podía decir que no.

- Buen día señorita Fiore, primeramente feliz cumpleaños, estamos aquí para llevarla a su primer regalo, por cierto mi nombre es Leticia y la joven de acá es mi hija Mariana- Leticia me tendió la mano a manera de saludo, yo no dude en tomarla y Mariana solo me dio una agradable sonrisa junto con un asentimiento de cabeza.

- Oooh muchas gracias señora Leticia y Señorita Mariana, puedo saber quién pidió este regalo para mi?- junté mis manos a manera de ruego y haciendo pucheros, ambas se rieron y asintieron.

- Claro que le vamos a decir pero vamos caminando que debe estar a tiempo para su fiesta- Me animo y me contagio su alegría, volví a entrar por mi celular y mi cargador para estar atenta de todo el día de hoy aunque mi nonna me perjuro que no tendría que preocuparme por mas nada que solo dar mi aprobación.

En el camino pude ver como todos iban de un lado a otro con adornos, flores, mesas, manteles, vajillas y entre otras cosas, hoy el hotel cerro sus puertas para dedicarse solo a mi fiesta, a los huéspedes que ya estaban en el hotel  se les llevo a sus habitaciones las invitaciones para que acudieran a el evento si deseaban.

Llegamos al Spa que era de puertas dobles de cristal y afuera estaba decorado con globos en forma de estrella transparente de helio, por dentro tenían confeti brillante de color rojo, negro y dorado, realmente estaba sumamente contenta. Al abrirse las puertas saltan mi abuela materna, todas mis tías y mis primas y también mi mamá, no pude aguantar y comencé a gritar y saltar como loca.

- Mi amor, vinimos todas desde Panamá solo para celebrar contigo este momento tan maravilloso- suelta mi abuela Clara corriendo a abrazarme junto con mis tías Dina, Olivia, Nadia, mi mamá y mis primas.

- Se los juro que no me esperaba esto, no saben lo feliz que me hace sentir que estén aquí- a cada una le di un enorme abrazo y un beso.

Después de ese recibimiento, pasamos a una sala en donde se nos hizo un facial a todas,  pasamos a hacernos masajes para relajarnos, como punto final acompañado de quesos y champaña terminamos en una piscina con hidromasaje y el agua caliente.

Fue tan lindo ver a mis tías y mis primas que se me pasó el enojo que cargaba con mi mamá y supongo que a ella le paso lo mismo conmigo porque estuvimos de lo más normal, terminamos esa pequeña pero significativa reunión familiar y me tocó salir de regreso a mi habitación para cambiarme y esperar a que subieran a hacerme la manicura y pedicura. Al llegar a mi suite me asusto porque veo que ambas puertas están abiertas así que me apresuro a entrar para cerciorarme que todo esté bien y OMAIGAD no puedo creer lo qué hay, todo el lugar esta lleno de rosas rojas, no hay ni un solo espacio que no esté lleno de rosas me emocione tanto que no aguante y solté a llorar.

- Mi reina, la intención no era hacerte llorar, yo quería verte feliz- sale un apuesto Matthew vestido con unos pantalones grises de tela y una camisa blanca remangada hasta los codos, estaba tan guapo que no tenía palabras.

- Esto es demasiado, no puedo creerlo, ME ENCANTA- dije entre hipidos, en realidad estoy llorando de felicidad por tan hermoso detalle.

- lo mejor para la mujer que me ha robado el corazón, feliz cumpleaños mi reina hermosa- Matt se acerca a mi y me da un beso en la frente, los cachetes, el mentón, las manos y por último en los labios.