ᴄʜᴀɴɢᴇ ʏᴏᴜʀ ᴅᴇsᴛɪɴʏ [𝑲𝒆𝒏 𝑹𝒚𝒖𝒈𝒖𝒋𝒊] {FINALIZADA}

7 - Un cabello arruinado

Había algo a su favor, y era que Draken no podía entenderla, su idioma, gracias a que ella sabía perfectamente el japonés.
Podía decir cuántas cosas quería y él no entendería, mientras ella le dijera un falso significado.

Otro día más, en donde no dormio para evitar que ese pequeño malcriado venga a lanzarle agua fría a casi invierno. Por más que trabara la puerta, este lo habría gracias a la llave que le dio su madre. Tan solo ayer cambiaron la cerradura a una con llave.
No tenía caso cerrar si él tenía la segunda llave de su maldita habitación. O prácticamente de las demás puertas. Ella era la única que tenía una llave que habré cierta puerta... la suya.

No había visto a Draken desde ese día, pues últimamente tenía asuntos con la ToMan y ella respetaba eso. Tampoco enviaba mensajes, y claro que está no se atrevía a iniciar la conversación.

Los abusos en la escuela eran molestos, ¿que tenía de malo ser Rusa?, la juzgaban por saber bien su idioma y no tener tantos problemas en aprender como uno de ellos.

Con maquillaje logró ocultar un poco esas pequeñas ojeras después de bañarse, al menos debía evitar llamar la atención.
Luego se vistió y salió no sin antes tomar una tostada. Todo empeoraba..
Su hermanito parecía más irritante, la madre más enojada y el padre más decepcionado de ella a pesar que ni la mira.

<Por favor... ya basta>

Sentir como lanzaban ese líquido viscoso, pegajoso y blanco en su cabello era molesto... será frustrante quitárselo luego, en especial cuando seque.

Apretó los puños en su pupitre, sentada he inmóvil y los de a su alrededor reían a carcajadas mientras esa chica apretaba el envase dejando caer ese liquido.

— Vamos, ¿No dirás nada en ruso? —Dijo burlonamente ya dejando lo que hacia— tu cabello se verá más lindo ahora.

Las carcajadas eran como punzadas en su cabeza, tan horribles de escuchar, un dolor de cabeza que quería parar. Pero no podía por más que intentase...
Así que solo siguió mirando su pupitre, mientras las gotas de ese liquido en su cabeza caían de los costados, apretó sus puños cerrados los ojos.

<Solo cálmate...>

Si, todo estará bien, debía tener esperanzas en que todo mejorará en algún momento.

Solo se engañaba a si misma para no caer más lejos, en lo profundo de la oscuridad. Su vida... era una mierda.