ᴄʜᴀɴɢᴇ ʏᴏᴜʀ ᴅᴇsᴛɪɴʏ [𝑲𝒆𝒏 𝑹𝒚𝒖𝒈𝒖𝒋𝒊] {FINALIZADA}

21 - Palabras de consuelo

Estaba algo mal hablar con esa persona, pero la entendía y enviarse mensajes le era entretenido, al ver que le comentaba las desgracias de su vida, ella no pudo evitar contarle las suyas.

Pero las palabras que le decía no eran muy buenas para ella, o eso creería cualquiera que vea la situación.

"Dudo que puedas ser feliz en esta vida, yo tampoco lo seria"

"¿Estas segura de que le importas a alguien? ¿Entonces porque no te ayudan?"

Incluso confirmó que leía sus frases y es un fan que quiere hacerla entender que seria lo correcto, quiere ayudarla.
Además que la primera vez que se vieron fue ese día en el parque, de ahí comenzó a hablarle. No parecía mala persona.

Ella estaba muy mal como para ponerse a pensar mejor en las palabras que le dice.

Necesitaba apoyo emocional.

La frase que anteriormente la hizo dudar de su futuro fue cuando le escribió;

"¿Puedes imaginarte en el futuro?"

Dudaba tanto...

¿Y si tiene razón?

— No. Debo ver el lado positivo, Draken pasara mi cumpleaños conmigo y a lo mejor... tal vez me atreva a decirle —Murmuro mientras se reincorporaba y observaba desde su ventana— a lo mejor no sea tan malo pedir ayuda, porque se que él... no me dejaría sola.

El dijo que debía pensar por ella, lo intentara.

Un día más en donde ahora su padre le lanzo una mirada de decepción y claro que no se esperaba la siguiente frase del dia.

— Me alegra que no seas mi hija de sangre —comento, acomodándose sus malditos lentes— no eres más que una decepción

Si... intentaba olvidar el hecho de que es su maldito padrastro. Su hermanito sí es hijo de él y por eso es más querido.
Cerro los ojos y salió sin pensar en desayunar, aunque no es como si lo hiciera en esa casa: dejó de hacerlo hace tiempo.

¿Es tanto pedir que alguien esté orgulloso de ella?

Pero no tiene ni un talento como para ganarse el lujo de recibir esas palabras con una sonrisa.

Suspiro observando el camino, a lo mejor se las ingenie para comer algo a la hora del almuerzo, tendrá hambre más tarde. Contando que no dormio casi nada, podría caerle fatal el tener su estómago vacío.

Se detuvo al ver un perro, parecía triste y eso la hizo sentir lástima. No dudo en acercarse para inclinarse ante él he intentar acercar su mano para acariciarlo.

— ¡Agh!

Tocando su mano se alejó, viendo algo de sangre por la fuerte mordida que recibió.

Ni un animal la quiere.