ᴄʜᴀɴɢᴇ ʏᴏᴜʀ ᴅᴇsᴛɪɴʏ [𝑲𝒆𝒏 𝑹𝒚𝒖𝒈𝒖𝒋𝒊] {FINALIZADA}

9 - Una dulce llamada

El móvil seguía recibiendo mensajes y hasta unas llamadas, mientras que ella ya había salido del baño, con su corto cabello limpio. Tomo el móvil y miro cada uno de los mensajes, en ese momento recibió la llamada de él, al verla que leyó sus mensajes.

Claro que no tardo en contestar, aún con una mirada decaída.

— ¿¡____!? ¿¡como estas!?

— Lo siento Draken... estaba ocupada y recién termine, no te preocupes estoy bien —Respondia con una tonada tranquila y normal en ella.

Fingía tan bien...

— Emma me contó lo del parque, ¿qué te estaban haciendo? Puedes contarme

Esa tonada de preocupación la hizo sentir tan cálida, su corazón parecía sonreír. Pero decidió ocultarlo, en especial de él.

— Oh, no es nada. Ella lo mal interpreto, solo hablaba, son mis amigas.

— ¿Enserio? ¿Y porque corriste? Emma dijo que parecías triste

La tonada parecía de sospecha ahora, pero nada que ella no pueda solucionar, es buena en ello.

— Es que mi madre me envió un mensaje, no quería hacerla enojar así que me fui sin poder despedirme. Y no estaba triste, solo frustrada por llegar tarde y dejar plantadas a mis amigas. —Explico amablemente— Draken, ya es tarde... debo descansar ya que pronto tendré una prueba y hay que estudiar.

Tardo unos segundos en responder, parecía pensar si sus palabras son ciertas.

— Bien, confío en ti... pero ten más cuidado y si sucede algo, no dudes en venir hacia mi. Yo siempre estaré aquí, no lo olvides. Ahora descansa.

— Claro... buenas noches Draken, Lo siento.

Corto antes de que le pregunte que significaba esa última frase que ella dijo en ruso. Dejo el móvil por ahí y cayó acostada, mirando el techo con nostalgia. Quería llorar en verdad...
Ella debía ser fuerte y aguantar por él, no quería hacerlo sentir triste por alguna idiotez que se llegue a mandar.

Draken fue lo mejor que le sucedió en su maldita vida, se volvió alguien muy preciado para ella y si... algun día fuera salvada, deseaba que él estuviera ahí.

Aunque manteniendo el silencio y aguantando, no era bueno y lo sabia muy bien. Aún así... siguió con esa decisión de guardar silencio y fingir frente a él, frente a todos.
Deseando que estén bien, mientras que ella sufre por dentro.

<Aguanta...>

Debía hacer algo o explotaría... solo podía ser dominada por la depresión en esos momentos, no podía pensar en otra cosa. Más que sentirse miserable.